Cambios en los pliegos de licitación de obras en Ecuador en las que iba a participar Odebrecht, inclusión de requerimientos que sacaban del paso a otras empresas y pagos a compañías brasileñas que se quedaban en el camino de los concursos completan el círculo de corrupción que esta implementó en Ecuador para obtener cinco proyectos estratégicos del gobierno de Rafael Correa.

El 27 de septiembre pasado, José Santos, que era el hombre fuerte de Odebrecht en el país, relató en cuatro horas los mecanismos de sorbornos por más de $ 50 millones a cambio de conseguir contratos y operar sin problemas. Lo hizo en su testimonio anticipado, en el caso por asociación ilícita en el que es investigado junto con el vicerpresidente Jorge Glas.

Santos dijo que en 2013, José T., también procesado en este caso, lo contactó para ofrecerle el borrador de las bases de la licitación para el poliducto Pascuales-Cuenca.

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El brasileño reconoció que para beneficiar a Odebrecht cambió en las bases de este contrato temas como la calificación técnica, experiencia específica, control de producción y planteó la oferta más baja de la licitación. El costo del soborno habría llegado a $ 2,1 millones para ganar este proyecto.

Para el contrato de movimientos de tierra para la Refinería del Pacífico, por el que Odebrecht habría desembolsado entre 2012 y 2013 $ 6 millones en coimas, también se les habría entregado a los brasileños anticipadamente los pliegos de licitación para que pudieran cambiarlos.

En esa ocasión, contó Santos, se incluyó en estas bases la calificación técnica de entes financieros, para así desalentar la competencia entre las empresas que pretendían licitar y, de paso, alejar a “empresas menores que no tenían la gran calificación” sugerida por la constructora Odebrecht.

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Freddy Salas, exfuncionario de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en Ecuador y procesado también por asociación ilícita, luego de buscar a Santos para el contrato en la Refinería y de estar satisfecho “por el buen trabajo”, también se habría acercado al brasileño para que participara en la licitación del Acueducto La Esperanza.

Salas se habría comprometido, al igual que en el primer contrato, a entregar las bases de licitación para que Santos y su gente incorporara variaciones. Santos aseguró que se incluyeron “cuadros que distribuía la participación de otras empresas con menor experiencia o índices financieros bastante elevados”.

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Pese a que habrían pactado el pago de $ 2,5 millones por ese contrato, Odebrecht solo desembolsó $ 1 millón.

Los $ 3,8 millones que Odebrecht habría entregado, entre 2012 y 2014, al empresario Ricky D., para obtener el contrato de construcción de la hidroeléctrica Manduriacu, también le garantizaron a la constructora la entrega anticipada de las bases de licitación. En este caso, los cambios realizados apuntaron a que solo participen empresas brasileñas.

La licitación original, mencionó Santos, hablaba de una licitación internacional. “Cambiamos de una licitación internacional a una para empresas brasileñas apenas y empresas brasileñas que estuviesen operando y que no tuvieran problemas en Ecuador”, aclaró.

Finalmente, manifestó Santos, la obtención del contrato para el Trasvase Daule-Vinces (Dauvin) no solo le habría costado a Odebrecht una coima de $ 6 millones en Ecuador, sino también el pago de $ 9,6 millones a las empresas brasileñas Engevix Engenharia, OAS y Queiroz Galvao, las cuales participaron de esta licitación, pero no ganaron.

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Según Santos, una vez modificaron las bases de este contrato y poco antes de la licitación del proyecto, él se juntó con los representantes de Engevix, OAS y Queiroz Galvao y “arregló”, pues sabía que Odebrecht ganaría el contrato del trasvase, que les pagaría a las tres empresas $ 9,6 millones. (I)

Los actos ilícitos que he mencionado no eran de conocimiento de mis subordinados. Como director superintendente de la empresa (Odebrecht) en el país era responsable de las disposiciones que sobre estos hechos se dieron”.

Empiezo mi testimonio entendiendo que la Fiscalía General de Ecuador cumplirá con todos los términos y beneficios establecidos en los acuerdos suscritos con la empresa y conmigo”.

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