Las condiciones de vida en Puerto Rico, devastado por el huracán María, empeoran cada día, con habitantes cansados y desconcertados que hacen filas para comprar los escasos víveres y combustible, en medio de cortes de energía y con un pobre servicio telefónico.

El huracán María golpeó este territorio estadounidense el pasado miércoles como un huracán de categoría 4 en la escala de 5 de Saffir-Simpson, durante su paso mortal y arrasador por el Caribe, donde causó 33 muertes, muchas de ellas en la pequeña y pobre isla de Dominica y 13 en Puerto Rico.

Las autoridades también están tratando de evacuar a la gente que vive en los alrededores de la represa Guajataca, en el noreste del país, que dicen que está en riesgo de colapsar por las inundaciones dejadas por el huracán.

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Peligrosas inundaciones también se han presentado en otros puntos de la isla por efecto del huracán María, al que el gobernador Ricardo Rosselló ha llamado la tormenta más devastadora en golpear la isla en un siglo, y que ahora se encuentra paralelo a Carolina del Norte, EE.UU., donde se ha evacuado una isla por la amenaza de inundación por marejadas ciclónicas y lluvias. (I)