Carlota Villavicencio y sus dos hijos, Martín y Claudio, salían alegres de su primera vuelta en la rueda La Perla, espacio turístico inaugurado hace casi un año, en el malecón Simón Bolívar.

Apenas se bajaron de la vuelta de doce minutos, como varios, se vieron atraídos por recorrer los estands de una feria de artículos varios instalada en la explanada de ese espacio turístico. En cada uno de los más de 20 puestos, comerciantes ofrecían comida, ropa, asesoría de belleza. Martín y Claudio, de 8 y 9 años gustaron de unos wafles en la zona.

Esta noria, inaugurada en octubre del año pasado, lleva más de 500 mil visitas hasta fines de junio, según la administración. Por ello, su espacio ubicado alrededor se ha convertido en uno de los sitios del malecón para exposiciones, casas abiertas y ferias. Al mes se realizan entre tres y cuatro.

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Aunque desde antes se aprovechaban los espacios del malecón para ferias. “Con la llegada de La Perla se atrajo a muchas más personas y quisimos usar esta extensa área que tenemos (de explanada)”, aseguró María Luisa Barrios, vocera de la fundación Malecón 2000.

Allí, semanas atrás, se realizaron múltiples exhibiciones como la de motos Harley Davidson, autos tunning, ferias de emprendedores, eventos de comida como el brazo gitano más grande del mundo.

Teniendo en cuenta que un millón de visitantes llegan al malecón cada mes, según Barrios, un 10% de las visitas accedería a estos eventos.

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A los comerciantes que participaron en la feria del domingo pasado les agradó el alto flujo de visitas y que se acomoden eventos en este sitio turístico.

“Aunque dudé sobre las expectativas, pensé que sería regular, pero fue excelente”, dijo Christian Jiménez, comerciante de una marca de accesorios que participó la semana pasada en una feria.

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Él vendió 20 relojes más del promedio de 50 vendidos en ferias en hoteles. Asimismo, Andrea Garnica, con venta de wafles, cada día vendió 90 unidades, un 20% más del promedio que expende en otras ferias.

Aunque los productos de esta feria tenían precios moderados, Jiménez resaltó que los compradores son variados desde turistas japoneses hasta familias de escasos recursos.

Otros como Luzmila García, vendedora de piña empacada al vacío, también con buenas ventas, resaltó que se brinde el espacio a microemprendedores. “El diseño e infraestructura de la feria están bien hechos, atraen al público”, comentó.

Otros comerciantes de zapatos creen que se debe promocionar más estos espacios. (I)

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Millón de visitantes acoge el malecón cada mes y se estima que el 10% asiste a las exposiciones o ferias.