“(Ni) el Banco en Curazao ni en Ecuador recibe dinero físico, todo es vía (transferencia) electrónica. (...) El perfil de los clientes que se busca es el que puedan tener un excedente financiero en el exterior, que busquen salvaguardar su patrimonio, buscan otra legislación por protección y seguridad”.

Esa es parte de la versión que rindió, el 22 de junio pasado dentro del caso por asociación ilícita, Daniel B., exasesor del Sai Bank en Ecuador y ahora procesado por el delito de captación ilegal de dinero que se desprende de actividades ilícitas de Odebrecht en Ecuador.

Según el expediente, el Sai Bank habría facilitado que los intermediarios de la empresa puedan “disponer de efectivo en Ecuador, sin levantar alertas, facilitando de esta manera el pago de dinero ilícito a funcionarios públicos”.

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Daniel B. afirmó que la parte operativa del banco se llevaba en Curazao, Brasil, mientras que la representación en Ecuador se manejaba en Cuenca.

Daniel B. fue detenido la tarde del jueves último junto con María A. y Juan S., quienes figuran como firmas autorizadas de una cuenta en el Banco Capital relacionada con el caso en el que se registran ingresos, entre el 2012 y el 2017, de más de $ 153 millones y egresos por más de $ 146 millones.

En la audiencia de formulación de cargos contra estas personas, la fiscal Diana Salazar dijo que de las versiones se conoció que Juan E. y Pablo E. serían los dueños del banco.

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La Unidad de Análisis Financiero habría revelado que Pablo E., contra quien se dictó una orden de detención de 24 horas con fines investigativos, figuraba como director y sería quien abrió la citada cuenta. (I)