Una misión del Grupo Parlamentario Izquierda Unitaria Europea recorrió ayer Sucumbíos y constató la contaminación ambiental atribuida a la transnacional Texaco, hoy Chevron, que mantiene un litigio legal con indígenas y colonos de la Amazonía ecuatoriana.

El alemán Helmut Scholz y la española Lola Sánchez estuvieron en los pozos Lago 2 y 8, Aguarico 3 y 4 y Shushufindi 61; allí, Donal Moncayo, integrante de la Unión de Afectados por Texaco, excavó en la tierra y mostró a los eurodiputados los residuos de petróleo que aún permanecen en la zona.

Simulando las acciones de la campaña “La mano sucia de Chevron”, realizada por el expresidente Rafael Correa, los eurodiputados empaparon sus manos con residuos de petróleo y mostraron a las cámaras.

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“Estoy sorprendido, a veinte o treinta centímetros bajo tierra ya hay contaminación, creo que Chevron debe hacerse responsable y aceptar la sentencia judicial”, dijo Scholz. “Dan ganas de llorar y da mucha ira ver cómo empresas como Chevron operan con total impunidad...”, manifestó Sánchez.

Ayer la Corte de Apelaciones de La Haya  rechazó la apelación de Ecuador de la sentencia de la corte de primera instancia que negó el pedido de anulación de laudos en el caso Chevron. (I)