Las rieles traen decenas de racimos de las plantaciones a la empacadora. Una menuda mujer rocía chorros de agua antes de que otro ágil trabajador corte los gajos y los mande a una piscina de lavado.

Es miércoles y en la hacienda La Germania, ubicada a 20 minutos de Machala, decenas de manos empacan el producto para un supermercado asiático. El guineo verde, que llegará en un mes a su destino, va en funda especial sellada con cinta roja.

Los pedidos que salen de ese predio fueron negociados entre octubre y diciembre pasados. Y aunque se despachan de acuerdo con lo pautado, en las oficinas de la empresa que los produce hay preocupación porque se enfrentan estos meses a mayores costos para exportar la fruta por Puerto Bolívar

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Alfredo Castro, productor y exportador, sostiene que desde que el puerto fue asumido por la empresa turca Yilportecu se han fijado tarifas mayores, con aumentos progresivos. Incluso, sostiene, en la transferencia de carga de banano del camión a la bodega del buque (gate to ship), uno de los servicios más usados en El Oro, la tarifa superaría a lo que cobra la terminal concesionada de Guayaquil.

Ese servicio pasó en mayo de $ 0,13 a $ 0,20 por caja. Y en septiembre llegará a $ 0,2795, según el tarifario de Yilportecu, que en una alianza público-privado entró a manejar el puerto por 50 años. En ese lapso debe invertir $ 750 millones.

 

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El alcalde de Machala, Carlos Falquez Aguilar, quien ha mostrado reparos a la manera en que fue entregado el puerto en el Gobierno anterior, dice que más de 50 tarifas se han incrementado hasta el 128%. “Al parecer Yilport pretende recuperar la inversión a costa del sector bananero...”, señala.

Antes de que el Gobierno anterior firme en agosto pasado con Yilportecu, el rubro que se cobraba tenía un techo máximo y dependía del acuerdo al que llegaban el operador y el exportador, con lo cual el precio podía ser menor según el volumen.

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Los bananeros refieren que en un negocio donde cada centavo cuenta, el incremento escalonado de tarifas tendrá un impacto en los productores.

Fabricio Espinosa, administrador de la Asociación de Agricultores Bananeros del Litoral, que aglutina a productores que exportan, sostiene que solo con el alza del servicio gate to ship ya hay un impacto importante, porque el 90% de la exportación de Puerto Bolívar usa la metodología de llevar las cajas en camiones para trasladar el banano a granel en la bodega.

“No somos nosotros que decidimos llevarla así, es el mercado (ruso y asiático) el que lo demanda así”, sostiene Espinosa, quien agrega que ellos han impugnado facturas con los nuevos valores tarifarios.

Las simulaciones realizadas por esta asociación refieren que este año por los 75 millones de cajas que salen de Puerto Bolívar, se pasaría a pagar de $ 9,2 millones a $ 15,3 millones solo por el aumento de una tarifa.

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En El Oro se ha tomado la decisión de realizar una movilización el 19 para rechazar las tarifas y otras exigencias como el hecho de que se estén pidiendo garantías a los exportadores.

Álex Serrano, presidente de la Asociación de Exportadores Bananeros del Ecuador, ha tenido acercamientos con Yilportecu y autoridades del actual Gobierno, a las que pidió que se mantengan este año los valores anteriores. “Hemos dicho que a medio año no nos pueden cambiar las reglas”, afirma.

Según Serrano, lo último que Yilportecu ha planteado es bajar la tarifa, pero que la diferencia la cobrarían el próximo año. Eso, dice, sería inaceptable.

Vicente Guzmán, gerente de la Autoridad Portuaria de Puerto Bolívar (APPB), ente estatal que da seguimiento al plan de inversión de Yilportecu, ha explicado que los precios responden a estudios técnicos y provienen de los costos operativos que genera la concesión.

Para la APPB, lo que está haciendo Yilportecu es equiparar los costos de las tarifas, que según una resolución de mayo, se lo fija al máximo. “Existen empresas que pagan al momento $0,20 y que no han puesto carta de protesta”, refiere el ente.

A los exportadores además les preocupa la intención de que Puerto Bolívar se use para sacar minerales como cobre, un asunto que tendrían repercusiones en los mercados. “Estamos preocupados por esto... que nos digan cómo van a hacer para evitar la contaminación de la fruta”, dice Serrano.(I)