Hace ocho días, E.M., de 15 años, ingresó a un centro cristiano de rehabilitación de adicciones, ubicado en las calles 44 y la K, en el suburbio de Guayaquil. Cuando su mamá lo dejó en este sitio, E. la amenazó con quitarse la vida, según versiones de testigos.

El adolescente cumplió su amenaza y la mañana de este jueves, internos del lugar, encontraron su cuerpo colgado en un área del baño.

Un miembro de la familia que tiene a cargo del establecimiento contó que cuando  él ingresó se les había informado que era mayor de edad y su madre tenía pendiente presentar la cédula de identidad. 

Publicidad

“Se ha ahorcado con una sábana, más o menos a las cuatro de la mañana (...). Sus familiares le dijeron a mi hermano que tenía 18 años. Ahora sucede que ha sido menor de edad”, indicó la mujer.

Ella aclaró que este sitio funciona como un centro de restauración cristiano donde se rehabilita a los consumidores de estupefacientes, “Con el poder de Dios”.

La muerte del menor generó revuelo en el sector. Hasta este sitio llegó personal del Ministerio de Salud Pública (MSP). Después de una inspección, se clausuró este lugar por falta de condiciones de salubridad.

Publicidad

“No cumple con la infraestructura, no cumple con el talento humano que se requiere, no tenemos historias clínicas, no se evidencia ningún médico, ningún psicólogo, terapista que pueda garantizar la salud de los pacientes”, indicó la directora provincial de Salud (e), María Auxiliadora Meza.

La importancia del trabajo de estos especialistas, dijo la funcionaria, es garantizar la estabilidad psicológica de los ciudadanos con adicciones, con lo que se puede evitar decisiones de suicidio.

Publicidad

“Para eso la parte psicológica es tan fundamental. Nosotros como Ministerio de Salud exigimos de que al menos el psicólogo esté las cinco horas diarias, acompañado del médico y psiquiatra si es necesario y obviamente la terapia familiar”, sostuvo Meza.

En este centro estaban internadas unas 25 personas, que aseguraron estar en este sitio de forma voluntaria.

Madres de familia pidieron que se reabra el establecimiento porque aseguraron que en este sitio sus hijos han tenido una mejoría. Dijeron temer por posibles recaídas de sus parientes “porque es un dolor grande”. (I)