Un coleccionista de armas con nacionalidad irlandesa y sudafricana fue inculpado el sábado en los Alpes franceses de haber infringido reiteradamente la legislación sobre armas, aunque se le concedió la libertad bajo fianza, informó una fuente judicial.

El aficionado, de una cincuentena de años, fue arrestado el jueves en el marco de una investigación realizada por los agentes de aduanas y los gendarmes. El sábado se le concedió la libertad vigilada y tendrá que pagar una fianza de 100.000 euros.

Su compañera holandesa y otros dos hombres, un francés y un suizo, armero, según una fuente cercana al caso, también fueron detenidos. Dos fueron presentados ante un juez y se les concedió la libertad vigilada, mientras que un tercero fue puesto en libertad sin cargos, explicó la fuente judicial.

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La investigación comenzó en 2016 después de que se interceptara un paquete destinado a un coleccionista, que contenía una pistola ametralladora encargada por internet, indicó la fuente próxima al caso.

El irlandosudafricano, que posee varias decenas de armas, está siendo investigado por "posesión de armas, elementos de armas y municiones, cesión e importación ilegales", declaró a la AFP la fiscalía de Annecy (este).

"Ser coleccionista no es censurable de por sí pero tener armas prohibidas constituye una infracción", como sería el caso de armas de categoría A o "armas de guerra", precisó la fiscal, Véronique Denizot.

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El irlandosudafricano reside en la localidad de Lathuile, contigua a la de Chevaline, donde en 2012 se produjo un cuádruple atentado que sigue sin resolverse y que fue cometido con una arma atípica: una pistola Luger, muy codiciada por los coleccionistas.

"Por supuesto que estamos atentos pero este caso no aporta nada nuevo al de Chevaline y es un procedimiento completamente distinto", insistió, no obstante, la fiscal. (I)