Momentos de pánico vivieron dos conductores la noche del jueves último cuando, por separado, les hicieron secuestro exprés para robarles; los tuvieron encerrados en casas distintas por más de una hora y luego los dejaron amarrados y botados en el suroeste y noroeste, respectivamente, de Guayaquil.

Ambos secuestros exprés se dieron en menos de una hora, la noche del jueves 16. El primero fue alrededor de las 22:00. Ahí Juan Bautista P. S., un taxista informal, aceptó llevar a dos jóvenes desde la av. Benjamín Carrión, en la Alborada, entre la séptima y décima etapa (a la altura de uno de los dos centros comerciales de la zona, donde resalta la escultura del papagayo de Guayaquil), hasta Los Vergeles, norte de Guayaquil.

Ya cerca de llegar al destino de la carrera, en la ciudadela Huancavilca Norte, el pasajero que iba en el asiento posterior sacó un arma y encañonó al conductor, quien se resistió al asalto, según la víctima.

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“Como puse resistencia me pegó un cachazo en el pómulo derecho y otro en la parte de atrás de la cabeza, y me pasaron al asiento de atrás, donde me siguieron golpeando. Yo les puse la mano y les salió un tiro, que rompió la ventana derecha del asiento de atrás. De ahí me ataron las manos y me cubrieron la cabeza con una camiseta”, narró tembloroso y aún asustado el taxista informal, quien denunció el hecho en la unidad de flagrancia de la Fiscalía del Guayas, en el complejo judicial Albán Borja, en el norte.

“Más adelante recogieron a una chica y me llevaron hasta Los Vergeles. Me ingresaron a un domicilio donde se encontraban cerca de diez personas. Me tuvieron encerrado por unas dos horas. Estos sujetos me pegaban y me repetían que me iban a matar”, contó.

“Me quitaron mi celular Samsung Galaxy 4 y $ 20 que tenía en efectivo. Luego llegó un carro, donde me embarcaron. Me dejaron abandonado por La Aurora (jurisdicción del cantón Daule), atado de pies y manos, con el rostro cubierto”, detalló el taxista informal, a quien tiraron en un barranco.

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Tiempo después el hombre pudo zafarse, según su relato, y pidió ayuda a un conductor que pasaba por la zona. Este a su vez llamó a la Policía, quienes lo ayudaron y lo llevaron a poner la denuncia. El carro que tenía la víctima era un Chevrolet Aveo rojo con plomo, de placas GSH 4198, recoge la denuncia.

El segundo secuestro exprés de la noche del jueves ocurrió media hora después del de Juan Bautista. La víctima en esta ocasión fue José Gustavo V. L.

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Él iba manejando el carro de su hermana por el Guasmo sur, a las 22:30, cuando se detuvo en el semáforo de la av. Abdón Calderón y Las Esclusas. En segundos, dos hombres y una mujer se subieron al carro y comenzaron a golpearlo, relató.

“Me tiraron hacia la parte de atrás del vehículo, les escuché que iban a la Trinitaria. Me cubrieron los ojos con mi camiseta. Al llegar me hicieron entrar a una casa, escuché golpear una puerta de zinc. Me echaron en un piso de tierra y me taparon la boca con las medias. Me amarraron pies y manos (...). Después de una hora me embarcaron de nuevo al carro y me dejaron botado, amarrado, en el callejón 17 entre la M y la N”, denunció la víctima. (I)

Me ingresaron a un domicilio donde se encontraban cerca de diez personas. Me tuvieron encerrado por unas dos horas. Estos sujetos me pegaban y me repetían que me iban a matar.Juan P., víctima de secuestro exprés