Las fuerzas del gobierno sirio realizaron al menos ocho ataques con armas químicas durante las semanas finales de la batalla por Alepo, matando a nueve personas, entre ellas cuatro niños, dijo este lunes la organización Human Rights Watch (HRW).

El grupo de defensa de los derechos humanos explicó en un informe que entrevistó a testigos, tomó fotos y revisó secuencias de videos que indican que helicópteros lanzaron bombas de cloro durante la ofensiva contra Alepo entre el 17 de noviembre y el 13 de diciembre.

Alrededor de 200 personas resultaron afectadas por los gases tóxicos usados en las áreas de la ciudad del norte del país controladas por la oposición, según HRW.

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El verdadero número de ataques químicos podría ser mayor, afirma el grupo, que agrega que periodistas, personal médico y otras fuentes creíbles han informado de al menos 12 ataques en ese período.

Uno de los bombardeos más letales tuvo lugar el 20 de noviembre en el barrio de Al-Sakhour, donde murieron seis miembros de la misma familia, incluidos cuatro niños, cuyos cuerpos fueron expuestos en un video de la agencia de prensa Shabha.

El informe de HRW detalla ataques en una plaza de juegos, en clínicas, calles residenciales y viviendas, que dejaron muchísima gente luchando por respirar, vomitando o inconscientes.

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"Los químicos afectan más severamente a los niños (...), ellos inhalan esos gases y terminan asfixiándose", asegura el primer entrevistado citado en el informe.

Sin hay evidencias de participación rusa

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Las fuerzas sirias, respaldadas por Rusia, lanzaron en noviembre una ofensiva para recuperar el este de Alepo, un campo de batalla clave en la guerra siria, que ya lleva casi seis años. El régimen anunció el 22 de diciembre que ya tenía el control de toda la ciudad.

"Los ataques con cloro muestran que fueron parte de la estrategia militar global para recuperar Alepo, no el trabajo de unos pocos elementos aislados", dijo Ole Solvang, subdirector de emergencias de HRW.

El cloro como arma de guerra está prohibido por la Convención sobre Armas Químicas, suscrita por Siria en 2013 bajo la presión de Moscú.

Human Rights Watch urgió al Consejo de Seguridad a aprobar sanciones contra los integrantes de la cadena de mando de los militares sirios, pero probablemente una iniciativa semejante será vetada por Rusia, aliada de Damasco en la guerra.

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HRW dijo que no había evidencias de Moscú estuviera directamente involucrado en el uso de armas químicas, a pesar de que aviones rusos tuvieron un papel en la ofensiva militar contra los combatientes opositores en el este de Alepo.

Una investigación conjunta de las Naciones Unidas y de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPCW, por su sigla en inglés) concluyó que varias unidades del Ejército sirio habían usado armas químicas contra tres pueblos del norte de Siria en 2014 y 2015.

Fue la primera vez que se suministraron pruebas que involucraban a las fuerzas del presidente Bashar al-Asad tras años de desmentidos de Damasco. (I)