La fiscalizadora y gerente del proyecto de rehabilitación de la Refinería de Esmeraldas, WorleyParsons International Inc., subcontrató obras por $ 56,8 millones con una compañía del Grupo Azul, conglomerado al que pertenecen dos ejecutivos investigados por la Fiscalía en el caso de Petroecuador.

El Grupo Azul lo integran ocho empresas del norteamericano William Wallace Phillips Cooper, de 69 años, condecorado por el presidente Rafael Correa en el 2010 con la Orden Nacional al Mérito en el Grado de Caballero, por su labor empresarial y por ser impulsor del Movimiento Scout.

El gerente general y la gerenta financiera de Tecnazul, Humberto Guarderas Córdova y Sonia Calero Silva, actualmente prófugos, están procesados por la Fiscalía por haber hecho pagos al exgerente de Petroecuador, Álex Bravo Panchano, supuestamente para beneficiarse con contratos, en uno de los varios casos abiertos a raíz de los Papeles de Panamá.

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A Tecnazul, una de las ocho empresas de Phillips Cooper, la fiscalizadora WorleyParsons le transfirió $56,8 millones, entre 2013 y 2014, es decir, el 44% de los $ 127 millones que WorleyParsons había recibido de Petroecuador en seis contratos para la fiscalización y el gerenciamiento del proyecto de rehabilitación de la refinería.

Las condiciones del contrato prohibían que se subcontratara más del 30% de la obra.

Según documentos financieros, a los que tuvo acceso este Diario, WorleyParsons subcontrató a Tecnazul para que supervise el trabajo que a su vez Petroecuador le había encomendado fiscalizar, esto es, –tal como señalan los registros– para “la administración y supervisión del proyecto de fiscalización y gerenciamiento del programa de rehabilitación” de la Refinería de Esmeraldas.

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Los accionistas de la Consultora Tecnazul son Urazul S.A. (con sede en Uruguay) y Phillips Cooper. La compañía Urazul, a su vez, es dueña de otras compañías ecuatorianas, entre ellas Sierrazul, presidida desde el 2003 por Sonia Calero Silva, investigada en el entramado de corrupción de Petroecuador.

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Este Diario ha solicitado, sin resultados, desde fines del año pasado, una entrevista con representantes del Grupo Azul, entre ellos William Phillips, quien está casado con Mónica Hernández Vásconez, directora del Plan Familia Ecuador, una entidad adscrita a la Presidencia de la República.

Hernández, doctora y experta en microfinanzas, fue designada por el presidente Rafael Correa para ese cargo desde el 2014, sin embargo desde octubre del 2013 asesora al mandatario en temas sobre adolescencia y juventud, según señala en su biografía subida en la página web de la institución.

Hernández es vicepresidenta de la Fundación Scout del Ecuador, en tanto que Phillips fundó el grupo Scout en Vietnam, donde combatió por las tropas estadounidenses.

Además de los subcontratos con WorleyParsons, otra de las compañías del Grupo Azul, de propiedad de William Phillips, recibió contratos directos de Petroecuador. Se trata de Azulec S.A., a la que Petroecuador adjudicó el “desmontaje, obra civil, construcción y precomisado de tres tanques de almacenamiento”, por $ 10,5 millones, en marzo del 2014. El contrato lo firmaron Carlos Pareja Yannuzzelli, como gerente de Refinación de Petroecuador, y Sebastián Tobar Carrión, gerente de Azulec S.A.

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Tobar Carrión y Humberto Guarderas (con orden de prisión) son directores de la panameña Compañía Azul S.A.

Urazul S.A. también es dueña de las empresas Caterpremier y Campetrol. Esta última recibió subcontratos de obras para la Refinería de Esmeraldas. Según informes financieros, la empresa coreana SK Engineering & Construction la tuvo que subcontratar por $ 3,5 millones para capacitación a los empleados de Petroecuador, pues así lo obligaba el contrato principal firmado con la estatal petrolera. La coreana ha recibido $ 717 millones en contratos para la refinería desde 2008.

WorleyParsons es una compañía de primer nivel, pero utilizó aquí a una compañía Azul que corrompió a los funcionarios de Petroecuador, dijo Alexis Mera, asesor jurídico de la Presidencia de la República.

Esta empresa indicó a EL UNIVERSO que no tenía autorización para dar entrevistas sobre el tema y pidió que se consultara con Petroecuador, que tampoco dio respuestas.

A la empresa WorleyParsons también se le solicitó entrevista, pero uno de sus representantes, Joachim Meister, planteó dos condiciones: que se le hagan llegar las preguntas por anticipado y que su empresa pueda revisar el reportaje antes de la publicación.

EL UNIVERSO envió el cuestionario, pero no aceptó la segunda condición. Hasta ayer, Meister no respondió.

La empresa australiana WorleyParsons llegó al país en el 2011 cuando firmó el primer contrato con Petroecuador para la fiscalización del proyecto de rehabilitación de la Refinería de Esmeraldas por $ 38,6 millones. El documento fue suscrito por Marcelo Robalino Espín, como gerente de Refinación de la petrolera, y Montgomery Wayne, apoderado de la contratista. Diez meses después se firmó el primero de cinco contratos complementarios que sumaron $ 88,5 millones.

Los cinco contratos complementarios los firmó Carlos Pareja Yannuzzelli, como gerente de Refinación, y Ray Falcon, representante de la contratista.

En los dos últimos consta el 31 de diciembre de 2017 como plazo de entrega de su fiscalización en el proyecto de rehabilitación de la refinería.

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Además de esta fiscalización, WorleyParsons gerencia actualmente el proyecto de la Refinería del Pacífico, contrato dado por Petroecuador en el 2011 por un monto de $ 205 millones. Como parte de ese proyecto fiscalizó el acueducto La Esperanza, construido por la brasileña Odebrecht.

Otro contrato recibió para asesoría técnica de la planta de licuefacción en el balneario de Bajo Alto, en El Oro. Esta consultoría, que terminó costando $ 1,7 millones, fue cuestionada por la Contraloría porque se subcontrató con Tecnazul el $ 49% ($ 524 mil) del monto inicial de $ 1 millón. (I)