Antioca Suárez saboreaba con gusto el último bocado de postre y de la crema que lo acompañaba. Sonrió con sus compañeras de mesa en la cena navideña que brindó el Municipio la noche del lunes, para unos 4.500 adultos mayores y otras personas que están por llegar a esa edad.

Allí estaban guayaquileños y otros que, siendo oriundos de otros lados, hicieron de esta ciudad su lugar de trabajo, su hogar permanente, en el que forjaron sus sueños.

Entre las hileras de mesas colocadas en el amplio salón del Centro de Convenciones, Antioca, de 73 años, oriunda de Paján, se mostró agradecida por compartir arroz navideño y pavo. Dijo que su falta de recursos no le hubiese permitido disfrutar una cena como la que se sirvió. Ella vive en Pascuales en una humilde vivienda, junto con una hija y un nieto.

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“Ni en mi casa tengo una cena como esta, me siento feliz de verdad”, comentó la mujer que hace más de 20 años llegó a Guayaquil para recibir atención médica por una parálisis de medio cuerpo.

Ella sobrevive con la ayuda de sus hijos, pues dijo que perdió un bono estatal.

Lorena y su hermana Marcia Figueroa, en otra mesa cercana, estaban satisfechas por la reunión y aprovecharon para conocer a otras adultas que se sentaron en frente de ellas, como Tatiana, moradora de Letamendi y la 24.

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Después de permanecer en Barcelona, Lorena regresó a la ciudad hace cinco años, pero no ha podido conseguir trabajo. “Es una linda experiencia”, dijo la madre de tres hijos que ahora se dedica a labores domésticas y fletes en una camioneta.

“Compartir con los adultos mayores es una maravilla en clases de bailoterapia en el centro de salud, siempre me dan consejos”, aseguró la mujer, de 48 años.

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Además de la cena, los invitados disfrutaron de música con mariachis. “Uno se siente alegre porque lo invitan, todo muy bueno, desde la comida hasta la música”, señaló Vicente Ladines, oriundo del recinto Boca de Caña, que se dedica a la albañería.

El alcalde Jaime Nebot justificó la cena asegurando que con esta se reconoce que los adultos mayores son parte vital de la ciudad. (I)