Donald Trump designó al senador ultraconservador Jeff Sessions fiscal general, al general retirado Michael Flynn asesor de Seguridad Nacional y al representante Mike Pompeo jefe de la CIA, dijo su equipo de transición.

Miembro del Senado desde 1996, Sessions es conocido por su franca oposición a la inmigración ilegal, por su apoyo a la reducción de gastos y por su postura dura para enfrentar el crimen. Ha sido criticado por comentarios de contenido racial que realizó en los años 80, cuando era fiscal de Alabama.

En tanto, Pompeo es un republicano de línea dura del estado de Kansas que comparte la combativa ideología internacional de Trump y al igual que él, fue empresario antes de meterse en la política.

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Pompeo ha criticado duramente el acuerdo internacional con Irán, ha denunciado a Hillary Clinton por el ataque contra la misión diplomática en Libia y por su uso de un sistema privado de correo electrónico, y sostiene que Edward Snowden es un traidor que merece la pena de muerte.

Antes de asumir el cargo, sin embargo, Pompeo debe ser confirmado por el Senado. Un tema que podría surgir son sus opiniones en torno a la tortura de prisioneros en la guerra contra el terrorismo. Trump se ha expresado partidario de esos métodos e incluso en una oportunidad dijo: “Deberíamos hacerles algo peor que el ahogamiento simulado”.

Mientras, Flynn es un militar retirado, conocido por ser un crítico implacable del extremismo islámico, partidario de seguir una línea muy agresiva frente a este, y acusó a la administración de Barack Obama de ser muy débil ante esta amenaza. (I)