Las últimas pruebas fueron superadas sin novedad y la escultura gigante del Cristo del Consuelo quedó lista para ser ubicada en los tráileres que la transportarán a Cisne 2, en el suroeste de Guayaquil.

El escultor Nixon Córdova, autor de la obra, informó que hoy comenzará una labor delicada: subir con sumo cuidado la escultura, de 15 metros de alto y 17 toneladas de peso, en dos tráileres, que saldrá desde Puengasí, en el centro oriente de Quito, con rumbo a Guayaquil. La obra será transportada desde mañana.

El jueves pasado, los obreros y técnicos que fundieron la escultura se mostraban contentos, mientras daban los últimos detalles para que quede lista.

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Gabriel Orozco, gerente de la empresa Funsa, en cuyos talleres se transformó en una estatua de bronce lo que el escultor Nixon Córdova había dibujado primero y luego había moldeado, estaba ya tranquilo.

“Es posible que el costo de la obra no haya representado ganancia económica para la empresa, porque de hecho es así, pero deja la satisfacción de haber demostrado que en el Ecuador también podemos hacer obras gigantes, con técnicas avanzadas, personal altamente calificado, la mejor calidad de materiales y dentro de los plazos estipulados”, dijo.

Orozco respondió así a una observación que se había realizado en México, cuando se le pidió cotización a técnicos de ese país para que realice la fundición de la escultura.

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“Explicó que en el Ecuador se realizó el trabajo con menos de la tercera parte del millón y medio de dólares que pidieron los mexicanos para efectuar el trabajo. Cuando nos propusieron realizar el trabajo, luego de también haber cotizaciones a Colombia y Perú lo aceptamos con la seguridad de que podíamos cumplir el reto que se nos estaba planteando. Y el reto está superado”, manifestó.

La escultura, que tiene 15 metros de alto por 15 de ancho, será izada en un templete. (I)