Cuando Oswaldo Chávez llegó a las 08:40 de ayer al Cerro del Carmen, todavía salía humo de las cenizas a las que se redujeron enseres y su casa de madera, ubicada en el solar 76.

El hombre se llevaba las manos a la cabeza, se lamentaba de haber perdido sus cosas durante un incendio que se registró en la madrugada, cerca de la 01:30.

Y a la vez trataba de encontrar una explicación para el origen del fuego en el que Rosa Elena Morocho, vecina de la casa contigua, resultó con quemaduras de segundo grado.

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En la vivienda afectada no hubo víctimas, pues los ocupantes habían salido de viaje.

Chávez señaló como supuestos responsables del siniestro a la exconviviente de su hijo, Julio Chávez, y a la expareja de la actual compañera de este, con quien tiene dos meses.

Chávez consideró que se trató de un atentado en contra de la vida de su hijo que hace poco vivía en la casa siniestrada, pero ahora está radicado en Manabí junto con su pareja actual.

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Contó que el exconviviente de su nuera la sigue buscando pese al rechazo de ella.

Y por eso preveía presentar una denuncia en contra de quienes cree serían los supuestos responsables del hecho.

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En tanto, Morocho dijo sentirse afortunada de haber salido con vida del incendio que afectó balcones y ventanas de la casa en la que vive junto con su madre, Delia Cando.

Pasadas las 10:30 de ayer, al sitio llegó personal del Cuerpo de Bomberos para inspeccionar el lugar. (I)