En su primer parto, de los más de 700 que ha podido asistir como enfermera, Lelis Huayamabe no pudo resistir el shock del alumbramiento y la manipulación. Por eso llegó a marear y desmayarse en plena sala de parto.

“Me asusté al ver cómo venía un niño al mundo. Ya después vi cómo nacían y me fui adaptando poco a poco”, comenta la enfermera que ha llevado casi toda la vida en la maternidad.

Hoy, a sus 59 años, lleva 41 dando atención en el Hospital Gineco-Obstétrico Enrique Sotomayor, donde se ha desempeñado en el cuidado de las madres en la sala Santa Luisa y en atención de emergencia en posquirúrgico, Por sus manos han pasado unos 700 bebés.

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“Aquí en este hospital yo aprendí a ser madre”, comenta sobre los cuidados que a diario ha dado a los pequeños. Más allá de recalcar que la lactancia es vital para el crecimiento de la criatura les recomienda controlar la cantidad de hijos, comenta la duraneña.

Más allá de lo laboral, Huayamabe guarda un agradecimiento por esta casa de salud, que hace unos 30 años, como embarazada entró de urgencia al perder a su tercer hijo. Los médicos la salvaron, agrega.

La madre de tres hijos (Jéssica (38), Christian (34) y Marlon (26), quien nació en la maternidad, ve con tristeza desapegarse de las jornadas en el sanatorio por ir al nuevo hospital de la Mujer Alfredo G. Paulson. “Hay que dejar para que la juventud venga a trabajar”, dice la enfermera que en cuatro meses se jubilará.

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Este viernes el hospital será inaugurado en la ciudadela La Atarazana. Tendrá 16 especialidades médicas, 216 cunas, 337 camas y más servicios. (I)