Evitar “un chantaje” de la petrolera Chevron Texaco fue el motivo dado por la Unión de Afectados por las Operaciones de Texaco para explicar por qué desistió del embargo por $ 96 millones de lo que el Gobierno adeudaba a la empresa.

Ayer, Humberto Piaguaje, coordinador de la Unión de Afectados, acompañado de otros dirigentes amazónicos, leyó un comunicado en el que justificaron su decisión de haber solicitado a un tribunal de Sucumbíos cancelar el embargo, por lo que el 22 de julio pasado, el Ministerio de Finanzas pudo pagar $ 112 millones a la petrolera cumpliendo un fallo de una corte federal de Estados Unidos.

Según los dirigentes, Chevron estaba “usando esta deuda como un mecanismo de presión en ámbitos financieros internacionales, con el propósito de asfixiar al Ecuador y obligarlo a negociar una salida”.

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En su comunicado, los dirigentes aclaran que renunciaron al embargo porque “no consideran que Chevron merezca una nueva oportunidad”.

El representante legal de este grupo, Pablo Fajardo, expresó que entre el 12 y 16 de septiembre próximo irán a Canadá por una audiencia de homologación de la sentencia, para que a través de un fallo se pueda cobrar los $ 9.500 millones que la petrolera Chevron debería pagar a las comunidades amazónicas por la afectación petrolera causada.

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Aseguran que vencieron al “despojar a Chevron de un instrumento de chantaje”. (I)