Con el fin de mejorar la comprensión de los procesos físicos durante la ruptura sísmica del 16 de abril en la costa, y así poder anticipar de mejor forma estos eventos, un grupo de sismólogos del Instituto de Investigación para el Desarrollo de Francia (IRD, por sus siglas en francés) colabora con el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional (IG-EPN), Instituto Geográfico Militar (IGM) e Instituto Oceanográfico de la Armada (Inocar).

Olivier Dangles, representante del IRD para el Ecuador, cuenta que un día después del terremoto sus dos sismólogos de planta en el IG-EPN acudieron junto a sus socios ecuatorianos a la zona del desastre para recolectar datos y revisar las estaciones sismológicas, las cuales, en algunos casos, habían resultado afectadas. Según él, con esos datos se puede definir cómo van acoplándose todas las fuerzas geológicas. Tener habilitada la red de sismógrafos en la zona es vital, manifiesta.

El IRD es una instancia científica con más de 25 años de labor en Ecuador. Su cobertura va desde sismos, volcanes y tsunamis hasta tareas sobre cambio climático (glaciares, fenómeno El Niño, impacto en el recurso hídrico), seguridad alimentaria y salud humana y ambiental.

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Tres fases ha contemplado el apoyo del IRD. La primera consistió en la recolección de datos y la realización de los primeros análisis en lo que fue la deformación del suelo, la situación de las viviendas y cómo se movió el suelo verticalmente.

En la segunda fase, expertos ecuatorianos del IGM, Inocar y Geofísico e investigadores de dos universidades en Francia habrían analizado los datos recogidos. Dangles señala que el IRD colaboró con la colocación de 15 sismógrafos más a los 15 existentes en la costa. Y que se le haría la entrega de 20 sismógrafos por parte de Inglaterra y 30 de Estados Unidos, según el representante del IRD.

Para Dangles, el propósito es identificar y localizar las réplicas que resultan de la reorganización de las fuerzas geológicas después del sismo, las deformaciones del suelo y en el fondo del mar. La elaboración de un mapa de riesgo para zonas afectadas es uno de los insumos que se construirá con los datos.

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La tercera fase abarcará el mar. Para Dangles, de la misma forma que se da un monitoreo del suelo continental, es necesario saber cuáles son las señales a nivel del fondo oceánico.

El lunes 23 llegaron a Guayaquil desde Francia 1.400 kilos de material, que contienen entre diez y doce sismógrafos que serán instalados para ampliar la red marina de monitoreo.

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El IRD, de un fondo de emergencia, ha utilizado $ 600.000 para manejar las misiones, el salario de los expertos franceses y el traslado a Ecuador de los equipos (15 sismógrafos de tierra, 20 GPS de alta precisión, entre diez y doce sismógrafos de mar), traídos de otros países donde coopera el ente. (I)