El mismo panorama de temor que se observa en Manta, Bahía de Caráquez y Pedernales,  por las constantes réplicas del terremoto del pasado sábado, lo viven los habitantes de Tosagua, quienes sacaron colchones y mantas para aplacar la incertidumbre de vivir un nuevo temblor dentro de sus viviendas.

"¡Dios mío¡", exclamaban mujeres que se ubicaron en medio de una calle de La Estancilla. Una de ellas se arrodilló y como implorando al cielo pidió que se calmaran los movimiento de tierra, unos más fuertes que otros.

Bebés, niños, adolescentes, adultos y adultos mayores estaban fuera de sus casas. Un sismo tras otro los mantuvo con sobresaltos durante la noche, que tornó larga por el desvelo y la preocupación. El sector Malecón 1 de esta urbe fue uno de los sitios escogidos.

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Hundimientos formados el sábado pasado en calles de #Tosagua tras #terremoto.Esta noche hubo réplicas @eluniversocom pic.twitter.com/3cqOHYsW4J

Teódulo Zambrano, de 83 años, pidió que cada cierto tiempo, ya sea a diario o pasando un día, se les entreguen raciones alimenticias. Cree que "hay falencias" en el sistema de distribución de la ayuda humanitaria. Se levantó con esfuerzo una basta de su pantalón para que le veanque le fue amputada una de sus piernas ante una complicación de su diabetes.

"Mi casa se desbarató, se me cayeron las paredes el día sábado. Anoche (miércoles) nos dieron una librita de arroz, un atún y tres botellitas de agua. Y de ahí nada más", reprochó que después de 24 horas no recibiera otra ayuda.

Así como don Teódulo estaba recostada, boca arriba, Alais, de 14 años, quien padece de parálisis cerebral, un 75% de discapacidad, y necesita pañales, pañitos húmedos, leche, entre otros insumos.

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"(Desde el día sábado) no hemos recibido una ración alimenticia o un kit, solamente agua", reclamó Ana Párraga, al tiempo que fue interrumpida por otros moradores que reclamaban ayuda, el apoyo de instituciones. "Nadie se ha hecho presente (...) no han visto cómo están, que vayan a ver cómo están (con daños) (...) Nosotros no estamos seguros en nuestras viviendas", agregó.

Para el subteniete del Cuerpo de Bomberos de Tosagua Ernesto Flores el problema es que no ha llegado toda la ayuda que se necesita. "Han llegado pocas raciones de alimentos. Yo no sé cómo va a pasar de aquí en adelante", dijo. Agregó que ahora los militares se encargarán de la entrega de víveres, pero que "todavía no está llegando" a ellos.

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En el parque central también se reunieron decenas habitantes, quienes exigieron el retiro de una antena de unos 40 metros de alto que se erige en medio del casco comercial de la ciudad. "Puede provocar una catástrofe por los sismos que se están dando, puede caer en cualquier dirección", exhortó Máximo Cedeño para que las autoridades reubiquen la estructura de comunicaciones. 

Marcial Mendoza, morador del sector, denunció que tras la emergencia por el terremoto se especula con los precios del botellón de agua y la bombona de gas. Dijo que el botellón antes costaba $ 1, pero ahora piden más de $ 2. (I)