El Gobierno, a través del gobernador Julio César Quiñónez, anunció ayer su intención de construir un centro de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) en los terrenos hoy ocupados por las casas colectivas de las calles Gómez Rendón, Calicuchima, avenida del Ejército y José Mascote.

Para ello, Quiñónez habló de “demoler o restaurar” los bloque habitaciones, compuestos de 384 departamentos, habitados por 689 personas, según el funcionario, que aludió datos del 2014, pero que anunció, asimismo, la realización de un nuevo registro.

En rueda de prensa, y acompañado por Juliet Erazo, directora provincial del IESS, entre otras autoridades civiles y policiales, Quiñónez señaló que la obra de un centro médico del IESS, propietaria de las casas colectivas, era una alternativa ante los pedidos de solución en torno al inmueble, intervenido por las problemáticas de inseguridad y microtráfico.

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Quiñónez manifestó que el censo se efectuará con miras a diseñar un plan de reubicación, pero puntualizó que los habitantes tendrán acceso únicamente si se comprometen a cubrir las deudas de alquiler y servicios de agua y energía impagos que, según él, datan del 2005.

“Advierto, un principal requisito para cualquier ayuda gubernamental es un plan de pago de todo lo adeudado”, recalcó y agregó que para ello se darán las facilidades necesarias.

Dijo que según la información obtenida en el 2014, el consumo de energía mensual en las colectivas es de $ 5.000.

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De ahí que, si hay valores impagos desde el 2005, la deuda de los inquilinos con la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) sería de $ 615.000.

Mientras que por el consumo de agua, refirió Quiñónez, hasta el 2014 la deuda con Interagua era de $ 115.709, pero sostuvo que una condonación aplicada el valor se redujo a $ 99.447.

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El gobernador contó que en las casas colectivas, intervenidas hace once días, se han encontrado casos de quienes subarriendan los departamentos, aunque no pagan ese alquiler al IESS. En otros casos, añadió, hay quienes ocupan hasta dos departamentos, y para ello han tumbado paredes divisorias.

Con relación a la estructura, Quiñónez indicó que un perito calificado por el IESS evaluará si procede la demolición del inmueble o la restauración.

En un informe del 2014 se declararon las condiciones de no habitabilidad, pues el inmueble tiene 63 años, y presenta evidencias de deterioro en el piso, paredes y techado.

Con el Instituto de Patrimonio Cultural se analizará el valor histórico de las casas colectivas y aquello se considerará en caso de ser viable una restauración.

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Inquilinos como Norma Guamán ven ‘complicado’ pagar la deuda desde 2005. Admitió que no paga arriendo hace diez años. Quiso pagar, dijo, pero no llegó supuestamente a un acuerdo con el IESS. (I)

63
años

de antigüedad tiene el edificio de cuatro bloques de las casas colectivas del IESS.

Testimonio

Samuel Morán
Vive 13 años en bloque de las colectivas

Estamos de acuerdo con que haya estudio

“Aparentemente aquí no son muchas las personas que tienen propiedades. Sí son más los que no tienen propiedades (...) estamos de acuerdo aquí que hagan el estudio, porque todos los departamentos no están ocupados. Hay también personas que tienen dos o tres departamentos, hay que ver cómo harán ellos”.

María Eugenia Campos
Habita casa hace 43 años

Si voy a tener algo propio estoy dispuesta a irme

“No tengo vivienda, yo nací aquí, mi madre cuando me dio a luz me trajo a vivir aquí. Aquí hice mi vida y aquí he tenido a mis hijas (...) si yo tengo una mejora, y un lugar donde va a ser mío, propio, yo estoy dispuesta a irme (...).

Yo vivía con mi madre en un departamento pequeño y por mis hijas, yo cogí un cuarto, pero no tuve contrato”.