Los empleados despedidos de la clínica Panamericana prevén reunirse hoy con un directivo del Ministerio del Trabajo en procura de revisar su situación laboral. Se convocaron ayer enfatizando que serán recibidos y que pueden presentarse con “sus abogados”, a las 08:30, en el edificio ministerial, de Primero de Mayo y avenida Quito, en el centro de la ciudad.

El fin de semana, 175 colabores de la clínica Panamericana, ubicada en Rocafuerte y Roca, fueron despedidos con el argumento, según directivos de la casa de salud, de que no constaban con recursos económicos ante la deuda que mantiene el Gobierno con ellos, por prestación de servicios médicos a afiliados del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).

Richard Espinosa, presidente del Consejo Directivo del IESS, dijo que con esa clínica detectaron irregularidades en el proceso de derivación de pacientes y que el pago estaría sujeto a la presentación de soportes. Mencionó que el contrato con la casa asistencial había terminado en enero del 2014, pero que esta siguió recibiendo a pacientes del IESS.

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El valor en mención ascendería a $ 7 millones.

Espinosa aseguró que el Gobierno cumple con el pago a otras clínicas privadas, contratadas para prestar servicios médicos a los afiliados.

Respecto a ello, Édgar Lama, director de la clínica Kennedy, dijo que la deuda con su establecimiento asciende a alrededor de $ 40 millones, pero que sí se estaba pagando, aunque no con la celeridad esperada.

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Espinosa manifestó que los cesados de la clínica Panamericana pueden postularse para laborar en el IESS o en el Ministerio de Salud.

Las 175 personas despedidas representarían el 50% de colaboradores de la casa asistencial. Ayer hubo aparente normalidad en las labores. (I)