El Gobierno de Estados Unidos dio permiso a una compañía de Alabama para construir tractores en Cuba, dijo este lunes uno de los propietarios de la compañía, lo que podría convertirla en la primera firma manufacturera estadounidense en instalarse en la isla desde la revolución de 1959.

Horace Clemmons y Saul Berenthal -nacido en Cuba-, dueños de la compañía Cleber LLC, planean financiar una fábrica de entre 5 millones a 10 millones de dólares en el puerto cubano de Mariel, al oeste de La Habana, en la que construirán tractores pequeños para venderlos a agricultores y constructores privados locales.

La Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro informó la semana pasada a Clemmons y Berenthal que habían aprobado el pedido para realizar negocios bajo las nuevas normas emitidas por el Gobierno estadounidense que amplian el comercio con Cuba.

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Las negociaciones de Clemmons y Berenthal con las autoridades cubanas están en etapas avanzadas y esperan recibir el permiso oficial en marzo.

Los pequeños tractores, que aún no son producidos en forma masiva, fueron diseñados pensando en el mercado cubano, revisando la historia para cubrir las necesidades de los pequeños agricultores a medida que comiencen a adquirir maquinaria, dijo Clemmons.

"Las granjas pequeñas van a necesitar un tracto pequeño de bajo costo que se pueda reparar en terreno o en una tienda local. Nosotros revisamos los que creímos que serían el mejor modelo para utilizarlos como punto de partida para diseñar un tractor con nueva tecnología", dijo Clemmons.

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Nombrado "Oggun", como el dios del hierro en la religión afrocubana de la santería, el modelo básico tendría un precio de entre 8.000 y 10.000 dólares y podrá ser convertido en retroexcavadora, montacargas o excavadora, dijo Clemmons.

En enero, Estados Unidos aprobó una amplia gama de actividades comerciales con Cuba para facilitar que las compañías estadounidenses puedan hacer negocios con el Gobierno de la isla caribeña, aunque la mayor parte del comercio sigue prohibido por un embargo económico. (I)