Tras cinco años de un proceso legal en su contra, detenciones y el indulto recibido, el mayor del Ejército en servicio pasivo Fidel Araujo cree que “se dieron cuenta” de que él no incitó a una rebelión el 30 de septiembre de 2010.

¿Cómo analiza el que se le haya concedido un indulto que usted no solicitó?
Ese fue un desafío inmediato cuando tomé contacto con la ministra (de Justicia) a las seis o siete horas que fui detenido (el 25 de enero). Me informó sobre el decreto presidencial. Mi pregunta fue: pero si yo no he solicitado el indulto. Ella dijo: ‘El presidente ha emitido un decreto otorgándole el indulto’, ‘no puedo tenerle un segundo más aquí detenido’, ‘usted está desinformado de la modificación que sufrió este reglamento el 28 de diciembre de 2015, que permite de oficio dar indultos por parte del presidente de la República’.

¿Conocía de esa reforma?
Yo no conocía de eso. Esto me hizo aceptar, estructurar un criterio positivo, sin prejuicio. Saludo esta decisión que debe ser producto de una reflexión, pues deben haber analizado que todo el proceso tiene unos errores incomparables.

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¿Para algunos, indultarlo tiene tintes más políticos?
Detrás de mí qué organización está para hablar de tintes políticos. No me estoy minimizando, pero yo he afrontado este proceso como ciudadano. Para beneficio de ellos no sé, yo no tengo por qué elucubrar.

En entrevistas anteriores usted dijo que el indulto es un llamado de atención a los errores en el proceso en su contra. ¿Lo ratifica?
Sin duda. Si el acusador dice ‘le perdono la sentencia’, qué está diciendo, que es inocente, pues. Esto es sin perjuicio a la acción extraordinaria de protección que había presentado en la Corte Constitucional.

¿Seguirá con ese proceso?
Por supuesto. Esto (el indulto) lo que ha hecho es que yo esté en libertad. (...) Ya no me voy a la cárcel, pero me quedo como delincuente (...). Yo no he persistido por un afán de protagonismo, sino por mi dignidad desde el debido proceso.

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A casi seis años del 30 de septiembre de 2010, ¿cree que se ha demostrado la teoría del golpe de Estado?
Eso es responsabilidad de quienes sustentan esa teoría. Yo no puedo dar contestación a esa pregunta. En este acto tan delicado hay que ser responsables cuando se da una declaración. Uno no puede hablar por lo que le dijeron o crearse verdades que no existen. Si es que hay una investigación, hay que continuar con la investigación profesional, objetiva, para que nunca más ocurra un 30-S.

¿Seguirá siendo crítico al Gobierno?
Sí, pero hay una madurez. Hay que ser crítico, objetivo, analizando y dando alternativa de solución a esa crítica. Necesitamos una política más responsable. Quiero enmarcarme en eso. (La lucha política) será la misma, pero ya no con la imprudencia. Luego de estos cinco años es obligación moral recuperarme psicológica, espiritual, económicamente.

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¿Tras cinco años es hora de alejarse de lo público y de dedicarse a lo personal?
Sin duda, eso es lo responsable y eso lo voy a hacer. Tengo que sumarme a los 4 millones de personas que no tienen trabajo adecuado, dicen ahora. Ahora tengo libertad para buscar un trabajo para reparar responsabilidades que han quedado truncas por un largo tiempo.

¿El 30 de septiembre de 2010 le jugó una mala pasada su pasado político?
Por supuesto. Había libertad de movilidad, de expresión, pero la imprudencia fue mía. Yo no tenía nada que hacer ahí aquel día. La emotividad. Pensar y actuar y no actuar y luego pensar. (I)