Dos enormes grúas que reposan sobre barcazas hincan por estos días en la profundidad del río Guayas para ubicar pilotes y construir las bases de una plataforma.

Sobre esa estructura, que ganará espacio al río y estará detrás del Cinema Malecón, en el norte del Malecón Simón Bolívar, se montará la rueda noria de 55 metros, nueva atracción que tendrá la urbe en 2016.

Las plumas de las grúas, que erguidas miden más de 40 metros, apenas dan una idea de la altura que alcanzará la moscovita. Será más del doble de lo que mide la Columna de los Próceres (de 20 metros) y casi la mitad del edificio El Fórum (105 metros).

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Pero un dron, con una cámara profesional, capta imágenes que se aproximan más a ese Guayaquil que se visualizará desde el aire, en las 36 cabinas que poseerá la noria que se construye en Italia.

La rueda, a la que se llamará La Perla, dará vueltas en sentido contrario a las manecillas del reloj, explica Martín Schwartz, representante de Reprolimit, la encargada de la atracción.

A 55 metros de altura, el río Guayas muestra su esplendor, con sus calmadas aguas de tono café que emulan una alfombra, una antesala de la ciudad.

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Hacia el sur, unos silos de una molinera aparecen como los referentes más altos que se divisan en ese eje. El malecón, en el centro, deja al descubierto sus bordes irregulares, adentrándose hacia el río en unos tramos y, en otros, como si formara una boca que traga agua.

El rojizo y el amarillo del piso resaltan desde el aire con diseños romboides, circulares y rectangulares. Por allí van caminantes, a quienes se los ve como siluetas en movimiento. Los automóviles se tornan pequeños, rondando por calles que se asemejan a una pista de juguete.

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A un costado de los adoquines, una franja verde, fusionada por árboles frondosos, bordean el malecón, desde Montalvo hasta la calle Olmedo.

Y como si fueran guardianes del centro, más de quince edificios sobresalen en medio de una masa de techos negruzcos de inmuebles medianos y pequeños. Allí destacan La Previsora, en la 9 de Octubre; las Torres de la Merced, en Víctor Manuel Rendón; y El Fortín, en la avenida Malecón.

Al este, la isla Santay y parte del perfil de los cerros de Durán saltan a la vista, al igual que el puente peatonal, compañero de río, que conecta el humedal con el vecino cantón.

Mientras, en el norte, la cúspide del edificio The Point, con su figura contorneada, aparece entre el cerro Santa Ana, que se llena de vida con sus colores.

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Desde ese sector, el río saca a relucir otro espectáculo natural, ese que permite ver cómo sus afluentes, el Daule y Babahoyo, se encuentran para verter sus aguas al río Guayas.

A lo lejos, la figura del Sagrado Corazón de Jesús surge en el verdor del cerro del Carmen, testigo de la fe porteña. Desde esa altura se distinguen rasgos del hospital Luis Vernaza.

El panorama que se divisa desde el dron se podrá disfrutar en julio próximo a bordo de la noria, que llevaría 216 personas por cada vuelta. (I)

Características
La perla

Costos
La inversión para la noria asciende a $ 4,3 millones. Cada año, la rueda prevé recibir 1,3 millones de visitantes. El boleto costaría $ 3 (más impuestos).

Viajeros
Las cabinas acogerán hasta 6 pasajeros. Tendrán aire acondicionado e iluminación.