Vestida con un traje amarillo y accesorios que brillaban por la luz del sol, la imagen de la Virgen de El Cisne, salió de su santuario a las 07:30 de este lunes, después de la misa de acción de gracias.

Miles de romeriantes acompañaron a la imagen. Un cordón policial custodiaba en todo momento la seguridad de la urna de cristal y aluminio en la que es trasladada la estatua.

Familias enteras, gente de todo clase, razón social, raza o edad, caminaron junto a la “Churonita” como cariñosamente la llaman sus devotos.

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Un Sol no tan radiante acompañó a la gente durante la caminata de 19 kilómetros hasta la parroquia San Pedro de la Bendita, donde permanecerá hasta el martes.

Las muestras de fe se ven a cada paso y en cientos de peregrinos, la mayoría de ellos venidos desde la provincia de Azuay. Descalzos, de rodillas, cumpliendo penitencias o agradeciendo por favores recibidos, son miles los creyentes que ponen su fe en María, en la advocación de la Virgen de El Cisne.

“Es muy milagrosa. Siempre nos ha acompañado. Siempre seremos sus fieles devotos”, dicen algunos de los peregrinos a quienes no les importa mucho el cansancio, la caminata o los tres días que deben seguir la imagen hasta llegar a Loja.

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La venerada imagen llegó cerca de las 11:00 del lunes hasta la hacienda “La bendita”, en donde las familias Maldonado, Torres e Hidalgo, reciben a los peregrinos y especialmente a quienes se encargan de la organización y seguridad de la caminata, para darles alimento, mientras se desarrolla una misa, que también es aprovechada por los romeriantes para descansar por alrededor de una hora.

Siendo las 14:30, la imagen -junto a sus devotos- fue recibida en la plaza central de la parroquia por los habitantes que adornaron sus balcones y lanzaron flores, aplaudiendo a su “patrona”.

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La procesión llegará el martes a Catamayo en cuya iglesia central permanecerá hasta el 20 de agosto, cuando inicie el recorrido final hasta Loja. (I)