Que el 71% de mujeres deje de sentir miedo de ser víctima de acoso sexual en el transporte público de Quito es el objetivo la campaña “Yo cambio por ellas”, impulsada por la Unidad Patronato San José del Municipio capitalino.

Ese porcentaje es producto de una encuesta realizada por la Alcaldía a un grupo de mujeres usuarias del Sistema Integrado de Transporte Público, que incluye el Trolebús, la Ecovía y el Metrobús.

La campaña fue lanzada a finales de mayo, pero se la puede visibilizar hasta finales de este mes a través de afiches colocados en los buses del sistema público y obras de teatro con mensajes alusivos al acoso.

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El miércoles pasado, por ejemplo, el oficinista Jorge Chalán, de 32 años, se inquietó al ver y oír un diálogo entre dos jóvenes. “Una chica intentaba decirle a un hombre que le molestaba la forma cómo la miraba. Pensé que la estaban acosando, pero luego supe que era un performance”.

¿Qué efecto tuvo en Jorge este diálogo? Él reconoce que muchas veces de forma consciente o inconsciente ha mirado a una mujer en el Trolebús y, aunque dice que no lo ha hecho con malas intenciones, ahora entiende que puede resultar molesto para las mujeres.

La encuesta realizaba por el Municipio también señala que ocho de cada diez mujeres consultadas concluyeron que transportarse en el sistema público es inseguro.

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Carolina López, estudiante universitaria, comentó que ha sufrido personalmente el acoso y el robo de su teléfono celular en la Ecovía. “Al inició iba a la u (universidad) con faldas, pero es imposible. Una siente cómo le clavan la mirada y es mejor salir con pantalones flojos”.

La presidenta del Patronato, María Fernanda Pacheco, dijo que la iniciativa busca que “las mujeres se sientan en igualdad de condiciones con otros usuarios y que se entienda que una mirada incómoda, un piropo, definitivamente es violencia”.

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Pero a la par de la campaña de prevención, se han tomado otras medidas de seguridad como la presencia de policías metropolitanos, quienes son apoyados por 30 agentes de la Policía Judicial que se encargan de atender casos cuando haya indicios de delitos.

En marzo pasado, ya se produjo la primera sentencia de seis años y ocho meses de prisión contra un hombre que, según la Fiscalía, obligó a tocar sus partes íntimas a una niña de 11 años, mientras ella viajaba hacia la escuela en un transporte público. (I)

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Agentes de la Policía Judicial apoyan la iniciativa municipal en contra del acoso a mujeres en el transporte público.