Al conocer la postura del consejo de seguridad provincial, el arzobispo de Guayaquil, Antonio Arregui, se mostró sorprendido del planteamiento de cambiar la sede para la misa del papa en Guayaquil, pues el deseo de Francisco es visitar el santuario de la Divina Misericordia, en la vía a la costa.

"Me temo que si insistimos en que no damos lucha de que eso no es posible, pues podríamos poner en riesgo la visita del papa", dijo Arregui.

Señaló que eventualmente el Gobierno debería trasladar esa reconsideración del cambio de lugar al Vaticano.

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"El Gobierno se hizo presente al anunciar este itinerario como fruto de un acuerdo con la Santa Sede. Es un poco sorprendente esta toma de posición, que por lo demás maneja dificultades que se conocían hace meses", apuntó Arregui.

Él se mostró confiado de que se mantenga la agenda como estaba planteada. (I)