Pérdidas que bordean los $ 3 millones atravesó la empresa pública de aviación Tame, por las que el Ejecutivo pidió a la Contraloría General del Estado que realice un examen especial a sus actividades económicas y de contratación de personal.

Desde Quito, en donde hizo su enlace semanal, y sin especificar nombres, el presidente Rafael Correa anunció que ha pedido que se realice una auditoría a Tame al conocer que en el 2012, la anterior administración obtuvo utilidades por $ 1,3 millones; pero la nueva gestión, a cargo de Fernando Guerrero, develó que lo que había eran pérdidas por $ 3 millones.

“He pedido explicaciones, he pedido un examen especial a Contraloría. Hace unos meses entregaron el informe de Tame y anunciaron que en el 2012 obtuvieron utilidades por $ 1,3 millones. Con la nueva administración se establecen los balances y en verdad habían tenido $ 3 millones en pérdidas. No pueden engañar así al presidente de la República”, reclamó Correa.

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A esto se suma que el anterior gerente “formó un equipo que básicamente venía de la competencia de funcionarios ejecutivos de Aerogal (Aerolínea Galápagos). Se han tomado tantas malas decisiones que pensamos que deliberadamente se quería venderla a precio de gallina enferma para privatizarla. Tenemos que investigar esto”, subrayó el Ejecutivo.

Una de las primeras medidas de control a la aerolínea estatal fue la regulación de las tarifas. Una de ellas es el boleto para la ruta Quito-Santa Rosa (Machala)-Quito que antes era de $ 216, en adelante costará $ 100.

Según Correa, los tarifarios se elaboraron con base en los costos, pero no en la demanda de pasajeros. “Para aplicar el tarifario se basaron en los costos. Eso no tiene consistencia”, agregó.