“Es importante para nosotros participar y construir democracia a través del voto”, dice Luis Ugenio, quien tiene discapacidad visual y dirigió hasta inicios de este mes la única imprenta braille del país, al consultarle sobre qué lo motiva a sufragar considerando que para este grupo el voto no es obligatorio.

Ugenio considera positivo que para estas elecciones el Consejo Nacional Electoral (CNE) haya impreso 6.000 papeletas en ese sistema, porque esto muestra “una política inclusiva” por parte del Estado y da “mayor seguridad” en que la voluntad de las personas con discapacidad visual no será cambiada.

Sin embargo, reconoce que para estas elecciones aún no existe total independencia para votar, ya que las papeletas en braille se imprimieron para dos dignidades: prefectos y alcaldes. Para concejales y juntas parroquiales, las 33.778 personas con discapacidad visual registradas seguirán pidiendo la ayuda de un tercero.

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Este es uno de los programas del Consejo para incentivar el voto de las personas con discapacidad. Los otros son las mesas de atención preferente en recintos con dos o más pisos y con más de diez Juntas Receptoras del Voto; el voto preferente sin filas para sufragar; el voto asistido acompañados por una persona de confianza; y el voto en casa.

Además, las máquinas de voto electrónico que se usarán en Azuay y Santo Domingo de los Tsáchilas tienen dos instrumentos: audífonos para las personas con discapacidad auditiva y un dispositivo de acercamiento con botones para las personas que no puedan acercarse a las pantallas a digitar.

En el país, 304.108 personas con discapacidad están facultadas para sufragar en las elecciones de este domingo. De este número, 66.274 están en Guayas, 42.342 en Pichincha, 37.258 en Manabí, 21.657 en Azuay y, en cantidades menores a 15.000, en el resto de provincias, según el despacho de la vocal del CNE, Roxana Silva.

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Las personas con discapacidad representan el 2,6% del Registro Electoral y son parte del electorado cuyo voto es “facultativo” (no obligatorio).

Igual que los policías, los militares, los menores de entre 16 y menos de 18 años, los mayores de 65, los migrantes y los extranjeros residentes en el país al menos cinco años.

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El vicepresidente del Consejo Nacional de Discapacidades (Conadis), Xavier Torres, cree que hay más compromiso en las personas con discapacidad al ir a votar en relación con las que no la tienen. En el 2013, según los registros del CNE, sufragaron 207.332 personas con discapacidad y 72.160 no lo hicieron. El nivel de ausentismo en este grupo fue del 26%.

Torres agrega que en este año los observadores vigilarán el cumplimiento de la política pública y de la ley para el voto de las personas con discapacidad y el de los adolescentes.

Al consultarle sobre qué es lo que falta por hacer, Torres señala que hay que lograr un alcance mucho más efectivo en accesos al medio físico para las elecciones, lo que mejorará cuando en todo el país se implemente el voto electrónico.