El líder opositor Leopoldo López, quien tiene una orden de captura en su contra, anunció en un video difundido ayer en internet que se entregará a las autoridades mañana tras realizar una marcha en la capital.
López, dirigente del partido Voluntad Popular, es buscado por las autoridades por presunta responsabilidad en los hechos violentos ocurridos en el país en los últimos días.

En el video difundido en Twitter, López convocó a los venezolanos a marchar mañana hacia la sede del Ministerio de Relaciones Interiores, donde entregará peticiones para exigir que se investiguen los sucesos del pasado 12 de febrero y se libere a los detenidos por las protestas de ese día. Indicó que luego se entregará a las autoridades. “Sigo en Venezuela y seguiré dando la lucha”, dijo.

Las viviendas de López y de sus padres fueron allanadas la madrugada de ayer por miembros de la Dirección General de Inteligencia Militar (DGIM) y de la Guardia Nacional.

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El también líder opositor Henrique Capriles condenó el proceso contra López y afirmó que el dirigente “no solo está en el país, sino que va a enfrentar la persecución del gobierno”.

Añadió que igualmente convocará a una concentración pacífica los próximos días.

Mientras, por quinto día consecutivo, varios miles de jóvenes realizaron ayer una concentración y una marcha en el este de la capital, que se desarrollaron de manera pacífica.

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Las protestas iniciaron el 12 de febrero, cuando los opositores salieron a marchar contra el gobierno. Luego se registraron violentos incidentes en el centro de la capital que dejaron tres fallecidos y 66 lesionados.

Maduro rechazó las acciones de protesta, y anunció, en su cuenta de Twitter, que está reunido con su equipo de gobierno evaluando acciones.

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El sábado arremetió contra López durante una concentración oficialista en el centro de Caracas y responsabilizó al expresidente de Colombia, Álvaro Uribe, de “estar detrás de todos esos movimientos violentos”.

El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se manifestó en la víspera “muy preocupado” por las tensiones y la violencia que se viven en Venezuela, y “alarmado” por las informaciones sobre detenciones de manifestantes. Pidió en un comunicado la liberación de los detenidos (14 según las fuentes oficialistas).

El gobierno de Maduro rechazó las declaraciones de Kerry y acusó a EE.UU. de “promover y legitimar los intentos de desestabilización de la democracia venezolana”.

En tanto, miles de residentes venezolanos en EE.UU., Panamá, México y Francia salieron nuevamente ayer a las calles para protestar por la “represión” ejercida contra los opositores en su país. Invocaron la actuación de la comunidad internacional en torno a la crisis.

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