Los habitantes de las localidades ribereñas del Támesis, en Inglaterra, esperaban con aprensión este sábado una mayor subida del nivel del agua, tras un temporal que ha dejado tres muertos, uno en Londres, otro en el canal de la Mancha y un tercero en Irlanda.

El temporal tenía sin electricidad un total de 115.000 hogares en el Reino Unido y Francia, y perturbó seriamente el transporte ferroviario y aéreo.

El viernes por la noche, una taxista murió cuando un edificio se derrumbó sobre su coche aparcado en el centro de Londres, y sus dos pasajeros resultaron heridos, según la policía.

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En el canal de la Mancha, un hombre de 85 años que estaba de crucero pereció cuando un ojo de buey de su barco, el "Marco Polo", que volvía del Caribe, reventó bajo los empellones de las olas.

Y en la vecina Irlanda, un empleado de 65 años de la empresa de telecomunicaciones Eircom murió este sábado en la ciudad de Cork, al intentar levantar un poste telefónico que le cayó en la cabeza.

El primer ministro británico, David Cameron, visitó este sábado Chertsey, una localidad al oeste de Londres bañada por el Támesis, donde los soldados ayudan a los vecinos a protegerse de la subida del agua apilando sacos de arena.

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"Lo que hagamos en las próximas 24 horas es capital, porque por desgracia el nivel del río va a subir todavía más. Cada saco de arena, cada casa protegida, cada barrera contra las inundaciones puede suponer una gran diferencia", dijo el primer ministro.

La tarde del sábado, unos 85.000 hogares se vieron sin electricidad en el Reino Unido. Por la mañana eran unos 140.000, según la empresa Energy Networks Association (ENA).

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En Francia, unas 70.000 casas estaban sin suministro eléctrico en la región de Bretaña (noroeste) y alrededores, según la empresa distribuidora ERDF. Se registraron vientos de 150 km/h.

Los transportes ferroviarios y por carretera se vieron también muy afectados por el temporal, que arrancó árboles y provocó deslizamientos de terreno, aunque la situación estaba mejorando.

"La noche ha sido violenta, con la caída de más de 120 árboles, que han bloqueado decenas de vías en el sur de Inglaterra", declaró un portavoz de la red ferroviaria, Network Rail.

En el aeropuerto internacional de Heathrow, en Londres, fueron anulados 51 vuelos, en su mayoría de corto recorrido, de un total de 1.300 previstos este sábado.

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Más de 3.000 soldados están desplegados para ayudar a paliar los efectos del temporal, según el ministerio de Defensa. El gobierno de Cameron se ha esforzado en responder a las críticas que apuntan a que fue lento en reaccionar.

El domingo se espera que el temporal amaine, tras las fuertes lluvias registradas este sábado, acompañadas de ráfagas de viento de hasta 130 km/h.

La tormenta es la última de una larga serie que ha azotado en las últimas semanas el Reino Unido, inmerso en uno de los inviernos más lluviosos. Al principio de la semana, otras dos personas murieron a causa del mal tiempo.