La guayaquileña Tanya Jomar Vinueza Paredes, de 48 años, fue asesinada con varias puñaladas la noche del pasado martes en Milán, Italia. Su pareja habría sido el responsable de su muerte, según la Policía de esa localidad que capturó al hombre en el departamento donde ocurrió el crimen.

La víctima tenía 18 años viviendo con el egipcio A.A.M.S., de 44 años, a quien se acusa de supuestamente haberle quitado la vida con un cuchillo.

En Guayaquil, los familiares de la ecuatoriana lloran su muerte. Ellos se enteraron del trágico suceso a las 05:00 del pasado miércoles cuando la única hija de Tanya los llamó y les contó lo sucedido.

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Ítalo Vinueza Paredes, su hermano, y quien vive en la cdla. Martha de Roldós, dijo ayer que Tanya se había separado de su pareja hace varios meses por las supuestas peleas, por la religión de él, que habían marcado esta relación.

“Él quería tener varias mujeres”. Eso le contó Tanya a su hermano cuando vino a Guayaquil, el pasado 23 de diciembre, a visitar a sus familiares y amigos. Para esa fecha ella ya estaba separada, agrega Ítalo.

La mujer regresó a Italia el pasado 25 de enero. El pariente señala que ella estaba dispuesta a continuar con su vida. Tanya trabajaba allá en una clínica geriátrica.

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La noche del asesinato, el acusado esperó que ella saliera de su trabajo y la interceptó en su departamento. Supuestamente, él le pidió volver. Luego se originó una discusión, que subió de tono y fue escuchada por los vecinos del sector.

El sujeto le habría subido el volumen al televisor para que no se escucharan los gritos de auxilio de la mujer, que fue encontrada en el suelo del baño, según la Policía de ese país.

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Ahora sus familiares piden justicia. También esperan que las autoridades ecuatorianas les ayuden con los trámites de repatriación del cadáver y con la acusación directa contra el supuesto asesino en Italia. Por ese motivo Ítalo recurrió al Consulado Honorario de Italia en Guayaquil.

Necesitamos ayuda para traer el cuerpo y darle sepultura. Además que el criminal pague con la máxima pena de cárcel por terminar con la vida de quien tenía mucho por vivir”.Ítalo Vinueza, hermano de víctima