Los aguajes vuelven a causar preocupación entre los habitantes de los poblados asentados cerca al mar en la provincia de Esmeraldas. Durante la madrugada y nuevamente la tarde de este jueves, los moradores del recinto Tacusa, parroquia Camarones, sufrieron por el embate de las olas que golpearon con fuerza el malecón de la comunidad a las 03:00 de este jueves.

Este evento se repitió a las 16:18, en un segundo avance de las olas en la zona norte del mencionado recinto. Hasta el momento (18:00) el personal de la Secretaría de Gestión de Riesgos no ha acudido al lugar, lo cual es requerido por los moradores quienes están en alerta ante un tercer avance de la marea según fue anunciado por el Inocar, para la madrugada de este viernes.

La madrugada de este jueves las olas golpearon la base de una pequeña elevación ocasionando el derrumbe de tierra, lo que dejó un corte vertical de casi 400 metros lineales a lo largo de la playa, que en ciertos sectores llega a más de 3 metros de altura y amenaza con destruir la cancha de fútbol y 6 casas cercanas a la playa.

Publicidad

Uno de los más afectados es David Cortez, un pescador de 47 años, cuya vivienda fue anegada por las olas desde las 03:00 de este jueves. "Tuvimos que sacar algunas cosas de la casa para evitar que se dañen, el agua entró a la casa, antes estábamos a 4 metros del límite de la playa, ahora nuestra casa quedó ya en la playa", dijo.

José Chica, de 58 años, y su hijo Roque, de 26, trabajaron desde la tarde del miércoles para sacar las canoas del agua y ubicarlas en terreno firme.  "Las olas empezaron a golpear fuerte y las lanchas eran arrastradas hacia las piedras, por lo que las rescatamos a tiempo", dijo.

Chica agregó que ellos habían advertido con anticipación del peligro que corren en el poblado por la falta de un muro de contención, y que pese a los pedidos no se ha hecho nada.

Publicidad

Al lugar acudieron técnicos del Consejo Nacional de Electrificación (CNEL) para retirar dos postes que estaban a punto de caer, debido a que las olas reventaban sobre sus bases. El poste fue reubicado 10 metros más adentro, en terreno alto.

Según Víctor Mosquera, otro de los habitantes de la comunidad, el problema se agravó debido a que en la saliente del poblado de Camarones,  se construyó un enrocado para proteger a esta comunidad de los aguajes.

Publicidad

"A ellos les construyeron un muro rompeolas a nosotros no nos hicieron caso; ahora las olas golpean el muro de Camarones y se desvían hacia nuestra comunidad, y ya casi se nos lleva la cancha de fútbol", dijo.