Los detectives que investigan la desaparición de la niña Madeleine McCann en 2007 en Portugal han recibido 5.000 llamadas y mensajes con posibles pistas sobre el caso, según el inspector jefe Andy Redwood.

El inspector, de la Policía Metropolitana de Londres (MET), destacó anoche en el programa "Crimewatch" de la BBC que "la petición de los medios de comunicación ha producido una respuesta fantástica del público, con 3.500 llamadas y mensajes en el Reino Unido, 850 en Alemania y 650 en Holanda".

El mes pasado el programa "Crimewatch", que suele emitirse una vez al mes y está centrado en ayudar a resolver delitos, dedicó una emisión especial al caso Madeleine.

Publicidad

"Muchas personas han llamado para decir que estuvieron en Praia da Luz (Portugal) en ese momento. Toda esta información ha producido un gran volumen de trabajo para la Operación Grange (que investiga el caso Madeleine)", dijo Redwood.

El inspector señaló que ha estado en Faro (Portugal) esta semana y aseguró que "la petición también ha generado un gran número de llamadas a la policía portuguesa".

La niña británica, que estaba a punto de cumplir cuatro años, desapareció de la habitación donde dormía en un apartamento en Playa de la Luz, en el Algarve portugués, mientras sus padres, Gerry y Kate McCann, cenaban en un restaurante cercano con unos amigos.

Publicidad

La MET ha solicitado a los Gobiernos británico y portugués que autoricen una investigación policial conjunta entre ambos países sobre la desaparición de la menor.

El comisario de la MET, Bernard Hogan-Lowe, ha pedido la formación de "un equipo de investigación conjunto" al considerar que será más efectivo que la situación actual, en que ambas fuerzas policiales colaboran en investigaciones paralelas.

Publicidad

La Policía portuguesa reabrió el pasado 24 de octubre, al hallar nuevos indicios, el caso de Madeleine, después de archivarlo en 2008 por falta de pruebas.

La investigación portuguesa transcurre en paralelo a la iniciada en 2012 por Scotland Yard, con el apoyo expreso del primer ministro británico, David Cameron, quien se comprometió con los padres.