Decenas de miles de venezolanos marcharon ayer en todo el país en protesta por la alta inflación y la escasez de productos básicos, a solo dos semanas de elecciones municipales que serán un termómetro de la popularidad del presidente Nicolás Maduro.

La temperatura de la jornada subió desde temprano con la denuncia del jefe opositor Henrique Capriles de que un cercano colaborador, Alejandro Silva, fue detenido e hizo responsable al presidente de lo que le ocurra.

Según denuncias de la Mesa de Unidad Democrática (MUD, que reúne a los partidos de oposición), durante la madrugada fue detenido "a punta de golpes" Alejandro Silva, coordinador de giras de Capriles, por presuntos elementos de la Dirección de Inteligencia Militar en un hotel de Caracas.

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Capriles, quien dio parte a las embajadas destacadas en Caracas de esta detención, informó la noche del sábado en declaraciones a la cadena CNN en español que su colaborador fue liberado tras 14 horas de "secuestro gubernamental", sin que se informara "cuál fue el motivo, cuál fue el cargo" del que se acusaba a Silva.

En tanto, ataviados con los colores amarillo, azul y rojo de la bandera nacional, simpatizantes de la oposición se concentraron en las principales ciudades. “Estoy en contra del gobierno por todo lo que pasa”, dijo Yahaira Vargas, de 37 años, quien se dedica a limpiar oficinas. “La escasez, la inseguridad, la inflación. Es falso que solo los ricos van a salir a protestar hoy (ayer)”, agregó.