Un botadero informal de basura se ha formado en el malecón de Balzar, del lado de la ladera que da hacia el río.

Hay materiales de construcción y desechos plásticos regados. Fanny Villamar, habitante del cantón, asegura que malos vecinos se habituaron a depositar los desechos y que ella en ocasiones les ha reclamado por su comportamiento.

También se queja de que el sitio, en la curva donde nace la av. 26 de Septiembre, la principal del cantón, se ha convertido en urinario público.

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Un guardia municipal está asignado para evitar esas anomalías, pero él permanece en el día, no en la noche.

De ahí que sostiene que individuos arrojan basura en la noche o cuando él se ha ausentado para alimentarse. Aunque asegura que “ha cogido en roja” a los infractores, pero le han reclamado.

“Yo los mando a los restaurantes, que allá tienen baño”, dice el celador.

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En tanto, Villamar espera que el municipio tome medidas efectivas para contrarrestar esas molestias.