La administración y conservación del bosque protector Cerro Blanco (BPCB) está a cargo de Fundación Pro-Bosque, programa del grupo suizo Holcim. En 1989, Carlos Romeleroux, director ejecutivo de La Cemento Nacional, y Eduardo Aspiazu Estrada (+), presidente de Fundación Natura, solicitaron al Ministerio de Agricultura y Ganadería que se declare a Cerro Blanco como bosque protector. Actualmente, la empresa Holcim es la encargada del 60% del presupuesto anual que recibe esta fundación.

La planta de cemento está en el interior de las 6.078 hectáreas del bosque Cerro Blanco. El resto se obtiene de los cobros por servicios turísticos, venta de plantas y de donaciones de organismos internacionales. Debido a los intentos de invasión, incendios forestales y cazadores, están distribuidas cinco casetas de vigilancia sobre el perímetro límite con tres o cuatro guardabosques cada una, quienes junto con miembros de la Policía ambiental se encargan de resguardar la zona.

Frente a los cuestionamientos de algunas personas por los cobros de ingreso, Horstman señala que estos son necesarios, pues no reciben subsidios para cubrir la protección y restauración del área. “Nunca hemos trabajado bajo la perspectiva de algún fin de lucro, hay que valorizar todo el esfuerzo que cuesta mantener un lugar así, que consideren eso como un aporte hacia estos programas”, puntualiza.

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A la espera de una respuesta sobre la posible construcción de un túnel de vía alterna que atravesaría Cerro Blanco se encuentran quienes trabajan en la conservación de este ecosistema. “No solo es la carretera, luego vienen las invasiones y todo lo que llevaría esto”, dice Horstman, quien visiblemente afectado añade que el Ministerio del Ambiente y el de Obras Públicas se encuentran analizando otra alternativa que no afecte a este bosque.