El primer polaco que ha reclamado a la Iglesia católica una indemnización como víctima de abusos sexuales ha pedido ayuda al papa Francisco, a quien ha dirigido una carta en la que lamenta haber "perdido la inocencia" a manos de un sacerdote en la localidad de Kolobrzeg (norte de Polonia).

"Esta carta es el lamento de todos los niños que han sido dañados en Polonia", escribe Marcin K., de 25 años.

"Su Santidad, lo sucedido durante mi niñez ha destruido mi habilidad para encontrar el verdadero amor", explica en su misiva, donde recuerda que exige una compensación económica por los abusos sufridos entre 2000-2001.

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La publicación de la carta en medios locales coincide con la polémica suscitada por dos sacerdotes polacos, uno de ellos el ex nuncio apostólico, acusados de pedofilia en la República Dominicana.

Este caso ha hecho que otros similares salgan a la luz en los últimos días en Polonia, donde en la última década más de 25 religiosos han sido condenados por abusos sexuales a menores.

Marcin K. pide una indemnización de más de 47.000 euros a la diócesis local y de cerca de 24.000 euros al sacerdote Zbigniew K., su párroco cuando presuntamente sucedieron los hechos denunciados.

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Este sacerdote ya fue condenado a dos años de prisión en 2012, aunque no cumplió la pena al alegar problemas de salud.

"Tengo miedo a la intimidad y me falta confianza en la gente, lo que impide que pueda entrar en una relación sana con otra persona", escribió Marcin K. en su carta al papa Francisco, donde espera encontrar apoyo a su demanda.

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Durante la última semana varios responsables eclesiásticos han insistido en que la Iglesia católica no pagará ninguna indemnización a las víctimas de sacerdotes pedófilos, ya que no se puede hablar de responsabilidad colectiva de toda la iglesia, sino sólo de actuaciones delictivas de algunos de sus miembros.