Caminar o manejar por la calle Teodoro Alvarado Oleas, en el norte de la ciudad, y percibir los malos olores de la basura acumulada a lo largo de la vía es inevitable.

Así afirman quienes viven o trabajan en ciudadelas como Guayacanes y Samanes que limitan con la citada calle.

Janina Villón trabaja en Guayacanes desde hace un año, y durante ese lapso, dijo, la vereda de esa calle siempre permanece con desperdicios.

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“Aquí botan basura a cualquier hora, sea de mañana o de tarde. Eso da mala imagen al sector”, señaló la joven.

Mientras que Juana Pinto, quien vive en el sector desde hace cinco años, consideró que es necesario que el consorcio Puerto Limpio realice controles o campañas para educar a las personas. Ella refirió que no solo ‘malos vecinos’ botan la basura a destiempo, sino que incluso llegan camionetas de otros sectores a botar materiales de construcción, muebles viejos, maletas, entre otros.

Pero esa es sola una molestia de varias que se registran en la calle Teodoro Alvarado. Otro problema es que los conductores no respetan el límite de velocidad, que según señalética de la Comisión de Tránsito es de 40 kilómetros por hora.

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“Aquí falta que vengan vigilantes para que citen a los abusivos”, dijo una moradora que pidió la reserva de su nombre.

A ello se suma la oscuridad de varios tramos de la vía, pues algunas luminarias públicas están dañadas. Al respecto, la Eléctrica de Guayaquil indicó que inspeccionará la zona.