Un viaje a Panamá cambió la vida de Melissa Vásquez, quien hace casi un año emprendió un negocio familiar en el que el producto estrella es el yogur.

“Fui de compras y me llamó la atención que en los centros comerciales había colas inmensas de gente que compraba algo que parecía helado”, cuenta.

Una isla pequeña que vendía yogur a manera de helado con frutas fue lo que motivó a Melissa a empezar con ese negocio en Ecuador. Así comenzó hace once meses Yogurt Yooy, en el centro comercial Blue Coast, km 11,5 de la vía a la costa.

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Para Melissa, trabajar con yogur no era algo nuevo. “La abuelita de mi esposo, Luis Cordero, me enseñó a hacer yogur de forma tradicional desde hace tiempo, porque lo consumo mucho, entonces esto me ayudó a no tener que comprar mi materia prima sino a fabricarla”.

Al regresar del viaje se dedicó ciento por ciento a crear la fórmula ideal para trabajar con el yogur natural. Se demoró un año hasta encontrar la receta precisa. “Yo quería hallar la fórmula exacta que mantuviera el sabor del yogur intacto y que se comiera como helado”.

Fusionó sus conocimientos de administración y cocina con los de publicidad de su esposo, y crearon los nombres, mezclas y sabores de Yogurt Yooy, que con las paredes iluminadas de varios colores, el olor del yogur y las frutas frescas, y la variedad de dulces exhibidos en el mesón principal captan la atención de los clientes.

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Los nombres, los sabores y combinaciones son creaciones de Melissa. Entre algunos de los sabores están tropical love, que lleva frutilla, cerezas, kiwi y jalea de mora; red passion, que combina frutillas picadas con jalea de fresa; nuts for granola con chocolate blanco, nueces, maní y jalea de manjar; choco wonka, que lleva lágrimas de chocolate, m&m y jalea de chocolate; entre otros. Todos llevan una base de yogur natural. La copa Yooy es la de la casa y está hecha a base de frozen de yogur natural con granola, frutilla, uva, durazno y jalea.

Además, la carta ofrece otras opciones de yogur de sabores en el que se mezclan el yogur helado con la fruta congelada. Los precios varían entre $ 2 el tamaño baby, hasta el grande de 16 onzas a $ 3,60, y el del litro a $ 7,50. Todos incluyen un topping que puede ser una fruta natural o un fruto seco y una jalea, y son a base de yogur natural.

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El negocio ha tenido mucha acogida, por esta razón Melissa se ha podido expandir con nuevos locales: uno en Urdesa y otro por inaugurar en Piazza Ceibos.

“Mis tres hijos disfrutan mucho comer el yogur así, es una forma diferente de hacerlos comer frutas naturales”.

MELISSA VÁSQUEZ, dueña del local