Bradley Manning, el soldado estadounidense que admitió haber filtrado miles de documentos secretos a WikiLeaks, pidió a un juez militar este lunes que desestime algunos de los cargos en su contra por falta de pruebas, en el juicio por espionaje al que es sometido.

Los abogados de Manning instaron a la corte a desestimar cuatro cargos, incluidas las alegaciones sobre violación de su acceso a una computadora militar, robo de "propiedad" del gobierno, revelación de direcciones de correo electrónico y ayuda al enemigo al dar archivos clasificados a WiliLeaks.

Manning, de 25 años, admitió haber dado a WikiLeaks más de 700.000 documentos militares confidenciales y cables diplomáticos en lo que constituye la mayor filtración de información clasificada en la historia de Estados Unidos.

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Sin embargo, el acusado rechaza 21 cargos, incluido el de "colusión con el enemigo", el más grave, negando haber querido "perjudicar" a Estados Unidos, como afirma la acusación, y declarando haber intentado "provocar un debate público" sobre las guerras en Irak y Afganistán.

La defensa mostró un video de un ataque en 2007 de un helicóptero de Estados Unidos en Bagdad que se volvió viral en 2010, después de que Manning diera las imágenes a WikiLeaks, que publicó el clip bajo el título de "Asesinato Colateral".

El video muestra cómo desde dos helicópteros se disparó a un grupo de hombres iraquíes, que los soldados creyeron que iban armados.

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Dos de las 12 personas asesinadas en el ataque resultaron ser iraquíes que trabajaban para la agencia de noticias Reuters.

En momentos en que el juicio entró en su sexta semana, el primer testigo de la defensa dijo a la corte que Manning era uno de los miembros con más talento de la unidad de análisis de inteligencia en la que se desempeñaba.

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"Era nuestro mejor analista por lejos cuando se trataba de desarrollar productos", dijo el subteniente Josué Ehresman, que supervisó las evaluaciones de inteligencia elaboradas por Manning y otros soldados alistados.

Los abogados de Manning insistieron también en que su cliente no rompió ninguna regla sobre el acceso a bases de datos de las computadoras.

La fiscalía sufrió un duro golpe la semana pasada luego de admitir que la administración militar perdió el contrato firmado por Manning en el que se detallaban las condiciones de su acceso a información confidencial.

Entre los testigos que aparecerán esta semana se encuentra el coronel retirado Morris Davis, exfiscal de los sospechosos de terrorismo detenidos en la prisión de Guantánamo, que se ha vuelto crítico sobre la manera en que Estados Unidos procede con los supuestos militantes vinculados a Al-Qaida.

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El abogado defensor David Coombs describió a Manning como "ingenuo" pero bien intencionado, y dijo que quería arrojar luz sobre los abusos de la política exterior estadounidense y las guerras de Irak y Afganistán.

El gobierno de Estados Unidos sostiene que el exsoldado, "a sabiendas" puso al país en peligro al divulgar esos documentos secretos, a los que había tenido acceso por sus funciones de analista de inteligencia en Irak entre noviembre de 2009 y mayo de 2010, cuando fue detenido.

"Es el caso de un soldado que se hizo con decenas de miles de documentos de bases de datos confidenciales y las puso en manos" del sitio WikiLeaks, sabiendo que serían accesibles al enemigo, dijo la semana pasada el fiscal militar Joe Morrow en la apertura del juicio.

Si se lo condena por "ayudar al enemigo", podría enfrentar cadena perpetua.

El caso de Manning ha cobrado renovada importancia tras la reciente publicación de información sobre las actividades de espionaje realizadas por la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense.