La escasez en Venezuela alcanzó a la Iglesia católica, que ante la falta de vino de consagrar y de harina de trigo para hacer hostias analiza reducir el número de misas, dijo monseñor Baltazar Porras, obispo del estado Mérida (oeste).

“La reserva de vino que tenemos en Mérida es de dos o tres meses”, mientras que la de hostias “es muy poca por su alto consumo y porque las monjas que las elaboran tienen enormes dificultades para conseguir la harina de trigo”, explicó.

En Venezuela, la falta de productos comunes como el papel higiénico ha complicado la vida de los venezolanos especialmente en el último mes, debido al control férreo del Estado sobre la economía.

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Con la escasez de hostias y de vino de consagrar, ahora también resultaron afectados los feligreses de las más de 10.000 iglesias del país. La mayoría de los 29 millones de venezolanos profesa la religión católica, entre el 70% y el 90%.

Como muchos sacerdotes de la zona andina de Venezuela, la Iglesia católica venezolana analiza, entre algunas medidas, la compra de vino y hostias en Cúcuta, estado colombiano fronterizo con Venezuela, aunque consideran que esto no resuelve la escasez en el país.

“De no haber los elementos para oficiar la misa, tendremos que disminuir la celebración de eucaristías, lo cual sería realmente fatal”, sentenció Porras, crítico del gobierno.

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La revocatoria de una exención de impuestos para la producción nacional de este tipo de vino ha ocasionado que Bodegas Pomar, una subsidiaria de Empresas Polar, la mayor productora de alimentos del país, tenga dificultades para la elaboración de la bebida.

Porras criticó que el gobierno revirtiera la medida porque “hacen que la producción de una botella de vino de consagrar sea muy limitada” y “genera un costo prohibitivo” para la Iglesia, que pagaría unos 16 dólares, equivalentes al costo de cualquier variedad de vino.

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En la eucaristía se utiliza un caldo solo “de uva, sin aditivos”, por lo que es un producto de especiales características y no se consigue en cualquier abasto, explicó el presidente de la comisión de medios de comunicación social de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Roberto Lucker.

Carga desde Nicaragua

La crisis que vive Venezuela por la escasez de alimentos ha provocado una mayor demanda de productos a Nicaragua, hecho que ha generado temores de un posible desabastecimiento del mercado interno, según analistas.

Un buque de la Corporación Venezolana de Navegación atracó el pasado fin de semana en Puerto Corinto, en el Pacífico nicaragüense, para cargar 15.000 toneladas de azúcar para Venezuela.

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La embarcación, según el director de la Empresa Portuaria Nacional, Virgilio Silva, es la primera de tres que trasladarán 45.000 toneladas.

El funcionario informó que el 24 de mayo otro buque atracó en el puerto Arlen Siu, en el Pacífico, con el mismo destino.

El ministro de Alimentación de Venezuela, Félix Osorio, informó la semana pasada que el país ha recibido un promedio de 26.000 toneladas diarias de productos de alimentación con el objetivo de crear una reserva de comida ante la escasez.

760.000

TONELADAS

El gobierno autorizó la importación de esa cantidad de alimentos para suplir el desabastecimiento.

Productos que faltan

  • Arroz
  • Azúcar
  • Harina de trigo
  • Harina de maíz
  • Margarina
  • Aceite
  • Leche en polvo
  • Atún
  • Pollo
  • Carne
  • Jugos envasados
  • Mayonesa
  • Papel higiénico
  • Toallas sanitarias
  • Pañales
  • Jabón de tocador
  • Pasta dental
  • Vino de consagrar
  • Hostias