Las protestas para exigir al Gobierno de Bolivia mejores jubilaciones se tornaron este miércoles violentas cuando un grupo minero hizo volar con dinamita un puente, ocasionando un choque entre manifestantes y policías que dejó un centenar de detenidos y varios heridos.

Los mineros del yacimiento Huanuni, la mina estatal más grande de Bolivia, dinamitaron el puente de Caihuasi, situado en el altiplano a 200 kilómetros al sureste de La Paz, en la ruta que va desde esta ciudad al departamento central de Cochabamba y Santa Cruz.

Esta es la ruta clave para llevar la producción boliviana hacia la frontera con Chile y Perú para los puertos del Pacífico.

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"Lastimosamente han volado el puente de Caihuasi, tenemos que lamentar mucho este hecho, es muy grave", dijo el viceministro de Régimen Interior, Jorge Pérez, sobre el incidente, que marcó la tercera jornada consecutiva de protestas lideradas por la Central Obrera Boliviana (COB).

La policía arremetió en el lugar contra los manifestantes y detuvo a más de un centenar de mineros y en la refriega quedaron heridos al menos dos agentes y cinco civiles, entre ellos uno de gravedad, según informaron los medios.

Pérez confirmó el herido grave y precisó que fue dañado en el rostro y los ojos porque cerca suyo explotó dinamita, al tiempo que desmintió versiones de los medios sobre la muerte de una persona.

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Los ministros de Gobierno, Carlos Romero, y de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, expresaron su preocupación por la violencia de la protesta minera por el riesgo para las vidas y porque creen que está en marcha un proceso de desestabilización.

Romero mostró a los medios a las puertas del Palacio de Gobierno una ambulancia de los mineros que fue detenida porque transportaba 137 cargas de dinamita y 375 kilos de la sustancia explosiva "anfo".

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Quintana dijo que los dirigentes deben "alejarse de las tentaciones de violencia, de golpismo" contra el presidente Evo Morales.

"Hay dirigentes que están expresando el lenguaje del golpe de Estado, hemos escuchando a los dirigentes de la Central Obrera Departamental de Cochabamba decir: así como lo hemos subido al presidente Evo, lo vamos a tumbar", apuntó Quintana.

Morales dirigió este miércoles la reunión semanal del consejo de ministros para analizar el conflicto, tras retornar de su visita a las Islas Fiji, donde participó en un foro del Grupo de los 77.

Uno de los líderes de la COB, Luis Delgado, rechazó la acusación y dijo que el Gobierno está acostumbrado a utilizar ese tipo de argumentos para no asumir su responsabilidad en los conflictos.

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"Bajo ningún punto de vista la COB está tras el derrocamiento de Evo Morales, o poner en peligro la democracia en el país", sostuvo en declaraciones a los medios.

El sindicalista volvió a pedir al Ejecutivo que cumpla con un compromiso de abril de modificar la ley de pensiones, que fue promulgada por Morales en diciembre de 2010 en consenso con la anterior directiva sindical que era su aliada.

La COB reclama que los trabajadores puedan cobrar una jubilación mensual con un valor equivalente al 100% los últimos sueldos que recibían y no sólo con un 70% como fija la norma.

El dirigente aludió a un hecho que considera discriminatorio porque solo los miembros de las Fuerzas Armadas reciben el 100% de sus salarios para jubilarse.

Por la demanda también están movilizados fabriles, trabajadores de los hospitales estatales que están en huelga y maestros que se han sumado en las últimas horas a las protestas en varias ciudades.

Una de las mayores manifestaciones se produjo en la ciudad de Santa Cruz, la más rica y poblada, porque incluso se perjudicó por horas el acceso al aeropuerto Viru Viru, el más grande de Bolivia.

Los bloqueos afectan las carreteras de siete de las nueve regiones bolivianas, incluidas las salidas a Argentina y Chile, aunque hay normalidad en actividades productivas, financieras, comerciales y en el transporte en las ciudades.