En 1985, la Unión Europea implementó el proyecto Capital Europea de la Cultura para destacar anualmente a aquellas ciudades consideradas focos de la cultura en el Viejo Continente. Las primeras elegidas fueron Atenas, Florencia, Ámsterdam, Lisboa, París y Praga, aunque posteriormente fueron seleccionadas urbes menos conocidas, como Turku (Finlandia), Graz (Austria) y Sibiu (Rumania), las cuales igualmente cumplían con la condición de exhibir una fuerte apuesta hacia las artes, la arquitectura y su identidad.

Así llegó la hermosa Kaunas a recibir este honor en este 2022. Además de sus fantásticos centros expositivos –como el Museo Nacional de Arte MK Ciurlionis o el Museo Vytautas de la Gran Guerra– y su creativo ambiente universitario, Kaunas es considerada una galería a cielo abierto por la facilidad con la cual los artistas despliegan su talento en las plazas y veredas –con orden y el permiso de las autoridades–.

Quizás la pieza más representativa es el mural The Wise Old Man (El anciano sabio, en la portada de nuestra edición impresa), que se apodera de una gran pared de una antigua fábrica de calzado que funcionó después como “ministerio” de creatividad de la agrupación Fluxus. La imagen fue elaborada en el 2013 por los artistas Zygimantas Amelynas y Tadas Simkus como homenaje a George Maciunas, miembro fundador de esa comunidad internacional de artistas, arquitectos, compositores y diseñadores que reunió a personalidades como Yoko Ono, Joseph Beuys, George Brecht y Dick Higgins.

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Arte callejero en Kaunas. Foto: Cortesía. Foto: El Universo

Gran oportunidad

La segunda ciudad de Lituania quiere presentarse como moderna y europea, con mucha cultura, historia y confianza en sí misma. Esto debería ayudarle a salir de la larga sombra de la capital, Vilnius, que recibió similar honor en el 2009.

Kaunas posee una “historia extraordinaria, compleja, cambiante”, subraya el ministro de Cultura lituano, Simonas Kairys, al presentar el programa del año como la capital de la cultura europea que se inaugurará formalmente el próximo 22 de enero.

Kairys destaca que la ciudad, rodeada de colinas y situada en la confluencia de dos ríos, muestra todo el “caleidoscopio de épocas y sistemas políticos”. El punto central del programa es la trilogía ‘Mitos de Kaunas’, una serie de eventos que tendrán lugar a lo largo de tres fines de semana.

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Artistas de Lituania y del extranjero le darán forma a una nueva leyenda unificadora y que le dé identidad a la ciudad de 300.000 habitantes.

Se planificaron conciertos, exposiciones, espectáculos de fuegos artificiales y luces y mucho más. No pocos de ellos giran en torno de la recientemente creada bestia de Kaunas, una especie de mascota.

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La ciudad de Kaunas albergará durante este año más de 40 festivales, 60 exhibiciones y más de 250 eventos de artes escénicas y conciertos, los cuales están siendo ajustados a los protocolos necesarios en estos tiempos de COVID-19.

Leonardo da Vinci está presente en la Universidad de Tecnología. Arte callejero en Kaunas, Lituania. Foto: Cortesía. Foto: El Universo

Entre los hitos a lo largo de la programación se destacan las exposiciones de artistas de renombre mundial, como William Kentridge, Yoko Ono y Marina Abramovic, entre otros, así como una producción teatral de Robert Wilson.

El objetivo principal de la trilogía es el cambio, ya que Kaunas aspira a dejar de ser una ciudad sumida en la nostalgia para convertirse en una ciudad abierta y en crecimiento, que cree en sí misma.

Esto también se expresa en el lema oficial de este año como capital europea de la cultura: From temporary to contemporary (“De lo temporario a lo contemporáneo”). Con ello, la ciudad alude a la que quizá fue su mejor época, cuando Kaunas fue la capital provisional de la recién fundada República de Lituania, desde 1919 hasta 1940, tras la Primera Guerra Mundial. Pero en ese tiempo el Estado báltico fue ocupado por la entonces Unión Soviética, y Vilnius volvió a ser la capital nacional.

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Peso de la historia

La oscura historia de la Segunda Guerra Mundial, el holocausto de los judíos lituanos y la ocupación soviética siguen pesando hoy en día en la ciudad. Estos traumas, ocultos durante mucho tiempo, van a ser abordados en el año de la capital de la cultura, unos 30 años después de que Lituania recuperó su independencia.

“Kaunas perdió su gloria, su orgullo y se convirtió en una ciudad muy triste”, dice Virginija Vitkiene, directora de los eventos como capital de la cultura. La ciudad nunca pudo recuperarse verdaderamente tras la pérdida de su estatus como capital nacional pese a que es un lugar destacable por muchos y diferentes motivos.

Arte callejero en Kaunas. Foto: Cortesía. Foto: El Universo

Kaunas fue la única ciudad de Lituania directamente relacionada con la Liga Hanseática, tuvo la primera universidad que enseñaba en lituano y es la meca por excelencia de la segunda “religión” de Lituania: el baloncesto.

La arquitectura modernista de la ciudad es también una característica especial y ocupará un punto destacado dentro del programa. “Creemos que es algo con lo que todos los europeos pueden identificarse”, dice la creadora del programa, Vitkiene.

La ciudad de Kaunas alberga unos 6.000 edificios modernistas del periodo de entreguerras, cuando la ciudad vivió un apogeo como centro diplomático y cultural.

La antigua y desde hace décadas nuevamente capital nacional obtuvo en 2009 el título. Pero en aquel entonces hubo caras largas, porque la crisis financiera que se había desatado con todas sus fuerzas dejó casi vacías las arcas y el programa debió ser ampliamente recortado.

Además, la aerolínea nacional quebró y muchos visitantes no pudieron viajar. ¿Afronta Kaunas ahora una debacle similar por el coronavirus? Viktiene se muestra confiada, porque espera que todos los eventos organizados puedan llevarse a cabo tal como fueron planeados, bajo las correspondientes medidas sanitarias.

Otras dos ciudades de Europa fueron también designadas capitales de la cultura 2022: Esch, la segunda ciudad más grande de Luxemburgo; y Novi Sad, la segunda más importante de Serbia.

Capitales de la cultura

Esta designación anual significa un aplaudido respiro a las actividades cotidianas de Europa, donde la atención suele centrarse en la política o la economía, sobre todo en estos tiempos en que la pandemia está reubicando nuestras prioridades como sociedad.

La cultura debe ser pieza vital en cualquier lista de preferencias. Esa era la idea de Melina Mercouri y de Jack Lang (ministros de Cultura de Grecia y Francia, respectivamente) cuando sentaron las bases de esa iniciativa en 1985.

Las capitales europeas de la cultura se han venido seleccionando con cuatro años de antelación en concursos nacionales, pero siguiendo criterios idénticos definidos con firmeza a nivel europeo. Llevar este título requiere diversidad de obligaciones, como organizar una serie de actos enmarcados en un contexto continental.

Hasta la fecha se han designado más de 60 ciudades y este honor les dio la oportunidad de obtener distintos beneficios: aumento del turismo, mayor aprecio de sus habitantes, fortalecimiento de su perfil internacional y aumento del sentimiento de los ciudadanos de pertenecer a un espacio europeo común. (DPA y M. P.)