Desde Europa hasta Asia, pasando por el Norte de África, el Atlántico y el Pacífico, la Segunda Guerra Mundial sacudió prácticamente a todos los rincones del mundo entre 1939 y 1945, dejando un saldo de decenas de millones de muertos y generando profundos cambios en los países que intervinieron. Pero los efectos también se sintieron en América Latina, una región que parecía separada por decenas de miles de kilómetros.

Tras un supuesto ataque a una antena de radio, Alemania invadió Polonia el 1 de septiembre de 1939, y dio comienzo al segundo y cruento evento bélico a nivel global del siglo XX. El detonante del conflicto fue la declaración de guerra de Reino Unido y Francia a la Alemania nazi el 3 de septiembre de 1939. En años posteriores, Alemania invadió 11 países. La mayoría de los judíos europeos vivía en países que la Alemania nazi ocupó, o sobre los que tuvo influencia durante la Segunda Guerra Mundial.

Desde su llegada al poder en 1933, Adolfo Hitler había violado lo estipulado en el Tratado de Versalles promoviendo el rearme alemán, así como una política expansionista que seguía la línea más dura. Gran Bretaña y Gran Bretaña, cautelosos ante otro conflicto, pasaron años consintiendo las adhesiones que Hitler hacía a su territorio en lo que se llamó “política de apaciguamiento”, confiando en que las ambiciones del führer se vieran saciadas. Pero cada vez más convencidos de que el líder alemán no se detendría, ambos países firmaron un acuerdo de defensa mutua con Polonia y pusieron el límite de su paciencia en las fronteras del país eslavo.

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Unidades del ejército alemán que invaden Grecia en abril de 1941 con fuertes lluvias primaverales. Italia había atacado a Grecia en octubre de 1940, pero el ejército griego la hizo retroceder a Albania. Foto: Shutterstock

Mientras tanto, Hitler había asegurado la neutralidad de la Unión Soviética mediante el pacto de no agresión germano-soviético (pacto Mólotov-Ribbentrop ) de agosto de 1939. En este acuerdo firmado con el gobierno soviético de Iósif Stalin, ambas potencias prometían respetar sus fronteras y no comenzar hostilidades al tiempo que, en secreto, se repartían Polonia para las dos.

Como había hecho antes de la ocupación de otros países, Hitler afirmó que los alemanes étnicos estaban siendo perseguidos dentro de Polonia. Al dirigirse a la nación horas después de los primeros disparos, Hitler dijo que actuó estrictamente en legítima defensa y en respuesta a los ataques polacos en suelo alemán la noche anterior. Sin embargo, esos ataques no fueron lanzados por Polonia, sino que fueron operaciones cuidadosamente coreografiadas y gestionadas por la máquina de propaganda nazi como pretexto de la invasión.

Polonia sería derrotada en meses y dividida entre la Alemania nazi y la Unión Soviética. La entonces URSS (Unión de repúblicas Socialistas Soviéticas) invadió Polonia desde el 17 de septiembre y, desde ese momento, el país quedó atrapado en un círculo vicioso que duraría 50 años, hasta la caída del comunismo.

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El escenario en América Latina

Los países latinoamericanos se declararon neutrales al inicio de la guerra, que lentamente comenzó a llegar a estas costas e impactar en sociedades divididas en el apoyo a ambos bandos. Muchas naciones de la región se beneficiaron económicamente durante el conflicto al ampliar su comercio con las potencias aliadas, especialmente vendiendo materias primas y alimentos, aunque también se generaron grandes caídas en las importaciones provenientes de países en guerra, como observa la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

México y Brasil declararon la guerra a los países del Eje en 1942, y Colombia declaró un estado de beligerancia en 1943, en todos estos casos luego del hundimiento de sus cargueros por parte de submarinos alemanes. Bolivia también declaró la guerra en 1942.

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En muchos de estos casos las declaraciones estuvieron acompañadas por el congelamiento de activos alemanes en estos países y medidas contra los ciudadanos alemanes, como en el caso de Colombia, y de movilizaciones de tropas, como ocurrió en Brasil y México.

B-17 Bomber durante el primer gran ataque a Alemania por la 8ª Fuerza Aérea de los Estados Unidos. La incursión destruyó la mayor parte de la fábrica de aviones Marienburg Focke-Wulf. Segunda Guerra Mundial, 9 de octubre de 1943. Foto: Shutterstock

Países como Perú, Ecuador, Uruguay, Paraguay, Venezuela, Argentina y Chile comenzaron a romper relaciones con el Eje a partir de 1942, pero quienes declararon la guerra lo hicieron en su mayoría a partir de 1945, cuando ésta ya estaba en fase final y luego de que los países de la región firmaran el Acta de Chapultepec, piedra fundacional de lo que sería la Organización de los Estados Americanos.

Argentina estuvo entre los países que dejó tardíamente de lado su posición de neutralidad, que mantuvo durante cuatro de los seis años que duró el conflicto. Buenos Aires solo rompió relaciones con Alemania y Japón el 26 de enero de 1944 y les declaró la guerra el 27 de marzo de 1945.

El número de muertos

Montón de zapatos en el antiguo campo de concentración y exterminio nazi alemán Auschwitz-Birkenau. Aquí fueron exterminados 1,5 millones de personas en la Segunda Guerra Mundial. Foto: Shutterstock

Ha sido complicado calcularlo. Según el Centro Robert Schuman, que forma parte de la Unión Europea, entre 62 y 78 millones de personas habrían muerto en el conflicto incluyendo militares y civiles. El Museo Nacional de la Segunda Guerra Mundial, en EE.UU., estima unos 60 millones muertos, mientras que la Agencia Federal para la Educación Cívica de Alemania (BPB) estima entre 60 y 70 millones.

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Estas acciones serían solo los siguientes pasos en el gran conflicto militar global que terminó el 2 de septiembre de 1945 y en el que se vieron involucradas prácticamente todas las naciones del mundo.