Algunos signos de zodiaco son más atrevidos que otros. Estos seis son los más arriesgados y no temen dar el primer paso en el amor, por el contrario, se lanzan sin pensarlo dos veces y luego verifican si son correspondidos o no, tal como lo explica el Horóscopo Negro.
Según tu signo del zodiaco, estas son tus peores cualidades y por lo que te odia la gente
Signos del zodiaco que se lanzan al amor
Aries
Aries no tiene ningún tipo de vergüenza y no teme romper el hielo porque sabe que tiene una personalidad arrolladora. Aprovecha cada oportunidad para lanzar el anzuelo y su carácter entusiasta le permite dar el primer sin parecer desesperado. Se niega a sentarse y esperar que el otro se decida.
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Tauro
Aunque son muy reservados, cuando alguien les interesa se lanzan a la conquista. No se dejan llevar por sus emociones y se toman su tiempo antes de decidir, pero no tiene ningún miedo a arriesgarse y romper el hielo, porque saben que hay oportunidades que solo pasan una vez.
Géminis
Tienen la capacidad de sentir si la persona con la que están hablando es alguien especial. No tienen miedo a iniciar el coqueteo o incluso invitar a salir. Lo único que espera Géminis de los demás es que sepan seguirle el ritmo, porque les gusta vivir el momento y odian perder el tiempo.
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Leo
Si alguien le gusta de verdad, Leo no tiene ningún problema en romper el hielo y sacar todas sus armas de seducción. Le gusta mucho llevar las riendas y por eso detesta esperar a que los demás den el primer paso. Prefiere marcar el ritmo y por eso no tiene ningún miedo a dar el primer paso.
Sagitario
Sagitario disfruta mucho con la persecución. Hace todo lo posible para que se produzca una conexión especial, no quiere perder ninguna oportunidad y por eso siempre da el primer paso. Es una persona muy segura de sí misma por lo que no tiene miedo a un “no” como respuesta.
Capricornio
Capricornio siempre está muy ocupado y se las arregla para no perder el tiempo. Si alguien le interesa va directo al grano, aunque no se le da bien hablar de sus sentimientos, prefiere intentar abrirse que estar miles de años esperando a que alguien dé el primer paso por él.
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