La batalla del Pichincha es una de las gestas heroicas más recordadas en la historia ecuatoriana ya que con esto se selló la libertad de lo que años después sería Ecuador.

El 24 de mayo de 1822, el ejército patriota, conformado por gente proveniente de algunos sectores de nuestro territorio y de varios países americanos y europeos, logró vencer a las tropas realistas, dirigidas por el militar español Melchor Aymerich.

La lucha por la libertad comenzó muchos años antes y fue un camino que se forjó a través de diversas batallas. La independencia de Guayaquil, el 9 de octubre de 1820, fue el puntapié para que los demás pueblos busquen emanciparse.

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¿Quiénes protagonizaron la Batalla del Pichincha?

El 9 de noviembre de 1820 se dio el combate de Camino Real (actuales tierras de la provincia de Bolívar) y tras esta se dieron una serie de victorias y derrotas en el paso independentista. Para mayo del 2021 se da la llegado del general Antonio José de Sucre con el objetivo de preparar la campaña para la libertad definitiva.

Para 1822 arranca la campaña definitiva a mando de Sucre; en abril la caballería logró derrotar a los realistas en el combate de Tapi en las cercanías de Riobamba y para el 13 de mayo, los patriotas emprenden rumbo a Quito desde Ambato. Ese trayecto les tomó cuatro días.

Antigua descripción del recorrido del ejército patriota de Guayaquil al Pichincha.

Para el 22 de mayo, el ejército se instaló en Chillogallo y se fijó como estrategia bordear las laderas del Pichincha. Este ejército estaba conformado indígenas, cholos, montuvios, negros de la patria quiteña; neogranadinos, peruanos, argentinos, chilenos, bolivianos, incluyendo mercenarios ingleses, irlandeses, alemanes, yanquis.

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La Enciclopedia del Ecuador recuerda que los movimientos militares se dieron la noche del 23 de mayo, cuando los casi 3.000 hombres del ejército patriota comienzan su ascenso al Pichincha. Durante la mañana del 24, cerca de las 09:00, estallan los primeros enfrentamientos con las tropas realistas. A través de un trabajo escalonado entre los batallones lograron acabar con la caballería y al caer la tarde se dio la victoria patriota.

Pichincha, la batalla que legó libertad

Hay varios nombres que han trascendido en la historia tras esta batalla, uno de estos es el del cuencano Abdón Calderón, cuyo papel fue envuelto en un relato fantástico acerca de las heridas múltiples que recibió aunque con el paso del tiempo se conoció su historia.

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Abdón Calderón murió 14 días después de la batalla de Pichincha (1822).

Nacido el 31 de julio de 1804, fue hijo del coronel cubano Francisco García Calderón y de la guayaquileña Manuela Garaycoa y Llaguno. Desde muy joven se vinculó a la vida militar y con menos de 17 años se enroló en el batallón Voluntarios de la Patria.

A los 17 años ya era subteniente, así como participó en distintas luchas del camino independentista. En la segunda derrota de Huachi ya había sido ascendido a teniente.

Calderón fue herido mortalmente en combate el 24 de mayo de 1822, pero agonizó por 14 días, es decir, el 7 de junio de 1822 y fue sepultado en la iglesia del Convento Máximo de San Nicolás de Quito.

Otro de los nombres que también se consagraron en la fecha fue el del general Antonio José de Sucre, lugarteniente de Simón Bolívar. El estratega venezolano fue el encargado de comandar el ejército patriota. Tras este combate también participó en la batalla de Ayacucho (1824), donde obtuvo el título de Gran Mariscal de Ayacucho. Fue asesinado en la sierra de Berruecos el 4 de junio de 1830.

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Tres valientes soldadas

En la Batalla de Pichincha tres mujeres participaron en la gesta. Se trató de las lojanas Nicolasa Jurado e Inés Jiménez, y la ambateña Gertrudis Esparza, quienes se disfrazaron de soldados varones para enrolarse al ejército libertador con los nombres de Manuel Jurado, Manuel Jiménez y Manuel Esparza.

Por su valor, el mariscal Sucre ascendió a Nicolasa Jurado al grado de sargento, mientras permanecía asilada en un hospital para sanar sus heridas luego de la batalla.

La historia recoge que Manuel Jiménez y Manuel Esparza continuaron en el ejército de Sucre hasta la batalla de Ayacucho, Perú, que fue la contienda final que libertó a las colonias españolas de Sudamérica; y luego fueron condecoradas con sus nombres de mujeres.

También se recuerda el papel de Lucas Tipán (Chasqui Libertador), Fermín Padilla (un esclavo de Felipe Carcelén, Marqués de Solanda, quien luchó en la Primera Compañía de Granaderos del Batallón Yaguachi), Andrés de Santa Cruz (comandante de la división peruana), Antonio Morales (jefe del Estado Mayor del ejército libertador y que condujo el batallón Yaguachi), entre otros. (I)