Comer doce uvas cuando llegue la medianoche, meterse debajo de la mesa o dar la vuelta a la manzana con una maleta son algunas de los rituales con los que se despide el año y se da la bienvenida al Año Nuevo. Hacer una lista de los propósitos que se desean cumplir en los siguientes doce meses también es una forma de dar paso a la siguiente etapa.

Aunque elaborar la lista de propósitos sea emocionante, la mayoría de las personas entran en un periodo de depresión, ansiedad o tensión al siguiente año, cuando se dan cuenta que no están cumpliendo lo que se prometieron. La verdad es que, no es tan fácil transformar completamente la rutina de uno para dar cabida a todas las expectativas que se tienen para el año.

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Para evitar plantearse objetivos irrealistas y desfallecer cuando no se cumplen, se recomienda reflexionar y pleantearse metas que se puedan cumplir con voluntad y esfuerzo.

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Por ejemplo, en vez de apuntar a conseguir el trabajo soñado, puedes empezar con la meta de asistir a capacitaciones y cursos que te den las herramientas para mejorar el perfil laboral y tener más oportunidades de ascender o cambiar de empleo.

El primer paso para pensar en objetivos realistas es analizar lo que quieres cumplir. ¿Por qué ese propósito es tan importante para ti y cómo te ayuda a crecer? Puedes escribirlo para recordarte a ti mismo y motivarte a seguir.

El segundo paso es recordar qué hiciste y qué no hiciste en el año que pudo haber contribuido a tu meta. Así podrás darte cuenta de qué comportamientos se te dificultan seguir y trabajar en ello.

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Así puedes plantearte 10 propósitos fáciles de cumplir

Ahorrar dinero

Si te exiges ahorrar un monto exacto o restringes totalmente tus gastos del mes lo más probable es que termines incumpliendo tu propósito en las primeras semanas del año. Lo que puedes hacer es un presupuesto con lo que sueles gastar mensualmente y destinar la cantidad que puedas, así sea mínima, a una cuenta de ahorros.

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Hacer dieta y ejercicio

Hacer dieta o ir al gimnasio solo funciona cuando se cambia paulatinamente la rutina y el estilo de vida. Si lo haces de golpe, lo más probable es que te canses muy rápido y no te acostumbres a la vida ‘fit’. Tu propósito realista puede ser asistir a un nutricionista y conversar sobre un plan de alimentación que sea beneficioso a largo plazo y hacer ejercicio los días que tengas libres.

Foto: Antonio_Diaz

Conseguir pareja

Querer alguien con quien compartir tu vida de forma romántica es una ilusión común en el Año Nuevo, pero el amor no va a llegar a tocar tu puerta si tú no lo buscas. Si eres alguien tímido, que tu propósito sea salir de tu zona de confort y conocer personas. Al contrario, si eres extrovertido, puedes trabajar en fomentar relaciones más cercanas.

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Dedicarle más tiempo a la familia

Ya sea que vivas cerca o lejos de tu familia, es normal darte cuenta que no han sido tan cercanos como te hubiera gustado. Puedes empezar con el propósito de desearles un Feliz Año Nuevo a tus seres queridos y preguntarles cuándo pueden reunirse, hacer tiempo en sus apretados horarios y organizar una actividad que incluya a todos.

Tener el trabajo soñado

Proponerte cambiar de trabajo no se trata solo de ‘googlear’ los empleos disponibles. Se necesita motivación y esfuerzo para potenciar la hoja de vida que haga que las empresas te contraten. Ponte el objetivo de aprender nuevas habilidades que los empleadores destaquen de tu profesión y actualiza tu currículum.

Dejar un mal hábito

Beber o fumar son algunos de los malos hábitos que puedes proponerte dejar a partir de enero. Dependiendo de qué tanto consumas alcohol o tabaco, puede ser más difícil dejar estos hábitos. Para lograr este propósito a largo plazo, puedes apuntar a recibir acompañamiento psicológico que te ayude a no recaer.

Solo unos minutos después de dejar de fumar el cuerpo ya nota la diferencia.

Desarrollar un talento

Ya sea aprender a tocar un instrumento o a pintar con una técnica, desarrollar un talento tiene innumerables beneficios para tu día a día. Puede ayudar a relajarte, a pensar con claridad y a ser más creativo. Si esto está dentro de tus objetivos, apúntate a clases virtuales o separa una hora los días que tengas libres para aprender por tu cuenta.

Desconectarte

Si pasas todo el día frente a una pantalla, por tu trabajo, por estudios o para entretenerte, tu cerebro y tus ojos necesitan un descanso. Una de las metas que puedes plantearte este año es desconectarte de tus dispositivos y disfrutar del paisaje a tu alrededor, aunque puede ser difícil si has desarrollado una leve adicción a las pantallas. Limita el tiempo que pasas conectado a las redes un paso a la vez, no de golpe.

Viajar

Aprovecha tus días libres para viajar y conocer lugares nuevos. No tienes que subirte en un avión y volar al otro lado del mundo, pero puedes comenzar visitando lugares de tu propio país o ciudad.

Cuidar de tu salud

Con el ajetreo del trabajo, los estudios, las obligaciones familiares y en el hogar, es casi imposible detenerte a pensar en tu salud. Sin embargo, no prestarle atención a lo que te pide tu cuerpo puede pasarte factura en el futuro. Tu propósito de este año puede ser agendar turnos en el médico para hacerte una revisión general y adoptar hábitos más positivos. (I)