Ser inclusivo con las mascotas (pet friendly) está en tendencia. Sin embargo, para recibir apropiadamente a los animalitos y a sus dueños en un determinado espacio, no basta solo con querer serlo o colgar un letrero que lo diga, pues para que de verdad disfruten de la experiencia, existen normativas que deben ser consideradas y puestas en marcha por los propietarios de los establecimientos.

Así, como una manera de facilitar una convivencia saludable entre humanos y mascotas, la Asociación Ecuatoriana de Registros Caninos (Aercan) y el grupo Saro arrancaron en 2017 con la iniciativa y marca Dog Friendly, delimitada a los negocios o áreas turísticas que deseen recibir canes. Su certificación se respalda en la experiencia y conocimiento científico de la institución al ser la única avalada en Ecuador por la Federación Cinológica Internacional (FCI), la cual mantiene presencia internacional en 96 países.

Nos dimos cuenta y detectamos que faltaba un mecanismo desde lo científico que vele por una convivencia responsable entre humanos y canes”, comenta Sandra Rodríguez, directora general del Grupo Saro/Discovering Americas. “Entonces creamos Dog Friendly para que fuera la primera marca oficial en la región, entre Ecuador y Colombia, porque está registrada en los dos países, que busque reconocer y certificar a establecimientos, organizaciones, centros de recreación, área comunal o parques que quieran sumar para que haya una convivencia apropiada y puedan compartir con los perros, pero más allá de una marca de moda”.

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Acogerse a la normativa internacional mejorará la convivencia entre humanos y mascotas en distintos espacios y áreas de integración.

¿Cuál es el objetivo de la certificación? De acuerdo con Rodríguez, se trata de crear espacios de convivencia que sean inclusivos e integrales para seres humanos y mascotas en donde se generen entornos responsables y recíprocos. Además de motivar a los negocios a innovar en nuestro país y en la región andina en ciertas herramientas y normativa que deben cumplirse. “La idea es incentivar a que ambas partes, propietarios de animales y los establecimientos, cumplan con los requerimientos de relevancia internacional y tratar de adaptar algunas de ellos a nuestro entorno local”, explica.

Tras una primera inspección y habiendo recibido recomendaciones especializadas, continúa Rodríguez, el lugar debe realizar ajustes para apegarse a varias normas fitosanitarias o de calidad dentro del sitio. Por ejemplo, marcar las áreas de acceso de los canes, cambiar la manera en que se desinfecta una habitación donde ha estado alojada una mascota o incluso tener un elevador exclusivo para ellas. “Sabemos que también es un tema delicado y por eso hemos ido poco a poco lanzando este mensaje”, advierte. “Pero también hay que considerar que habrá huéspedes que no están acostumbrados a ver mascotas en las habitaciones y entonces se debe fomentar un respeto para ambas partes”.

Al momento, algunos de los espacios que están dentro del proceso para convertirse en Dog Friendly son el Hotel Mercure (Quito), el Hotel Sangay (Baños) y Rumipamba de las Rosas (Salcedo). Así, las personas que viajan con mascotas y que consulten la base de datos internacional de la FCI sabrán qué establecimientos ya se encuentran apropiadamente certificados para recibirlos.

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Sandra Rodríguez, directora general del Grupo Saro/Discovering Americas, asegura que se trata de un proceso en el que tanto humanos como canes salen ganando al cuidarse mutuamente.

“Cuando ya empiezan el proceso y aceptan las recomendaciones iniciales, entonces comenzamos un proceso de capacitación con las distintas áreas. Los meseros deben saber hasta dónde pueden llegar los animalitos y tener respuestas apropiadas y que guíen a los propietarios de mascotas sin que lleguen a molestarse, asimismo, solicitar el carné de vacunación de los perritos, que es como pedirle la cédula a un huésped que desee hospedarse. Eso me garantiza que el animal está debidamente cuidado para poder entrar a convivir con humanos”.

Rodríguez asegura que se trata de un proceso en el que tanto humanos como canes salen ganando al cuidarse mutuamente. “Y lo que se recauda de la certificación vuelve a invertirse en la capacitación que se ofrece”, detalla.

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Más información: manager@discoveringamericas.com, 096-750-4802.