A finales de marzo del 2020 era imposible conseguir un tanque de oxígeno en Guayaquil. Los contagios por el COVID-19 aumentaban, así como la demanda por este recurso esencial para atender a los enfermos a causa de la pandemia.

Catherine Medranda y algunos de sus conocidos atravesaban por la misma situación desesperante, así que, en un esfuerzo para también frenar la corrupción por los sobreprecios en los tanques, decidieron crear el llamado Banco de Oxígeno. Ellos compraban personalmente los tanques y los “depositaban” en un determinado lugar desde donde saldrían, sin costo alguno, para las familias que lo necesitaran. El único requisito es que, tras la recuperación del enfermo, lo devuelvan recargado, para así continuar prestando ayuda a nuevos contagiados.


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Un año después han atendido con éxito las emergencias de 115 familias en Guayaquil, Samborondón, Daule, Durán, Santa Elena, Yaguachi y hasta en el cantón Penipe (provincia de Chimborazo), donde se llevó un tanque hasta un asilo de ancianos.

Adicionalmente crearon un pequeño Banco de Medicinas que, sobre todo, ayuda gestionando llamadas para encontrar el lugar con el mejor precio para adquirir cierto medicamento para tratar a un paciente con COVID-19, como es el caso de la Actemra.

¿Qué es la Actemra y por qué se usa en el tratamiento contra el COVID-19?

Al día de hoy, su esfuerzo continúa, puesto que la demanda de tanques en abril del 2021 ha alcanzado un nivel similar al de abril del 2020, detalla Medranda. Con pena confirma además que en ocasiones sí han recibido pedidos de emergencia que no han podido responder, debido a que sus propios tanques han estado ocupados. Asimismo, quienes ya han dejado de usar un tanque y quieren devolverlo encuentran dificultades para recargarlo.

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No obstante, ella continúa apelando a la generosidad de más personas que quieran sumarse a esta cadena solidaria. “A las personas que tengan un tanque que ya no necesiten por emergencia les pedimos que lo recarguen y que lo presten, nosotros podemos ayudarles a ubicar a alguien que lo necesite y luego devolvérselo. Aparte de eso, quien quiera adoptar un tanque puede comprar uno en algún lugar, podemos también ofrecer referencias para que, si gustan, puedan entregarlo al Banco de Oxígeno y nosotros moverlo entre quienes nos escriben que están necesitando uno”.

Contacto: 099-815-9003